POR: FERNANDO RANGEL DE LEÓN
Este régimen de la 4T, está ampliando como ningún otro gobierno lo había hecho, la universalidad y gratuidad en los programas, bienes y servicios que se prestan con dinero público a la población, como el apoyo a las personas de 68 años de edad y más, sin distingo social, económico, político, ideológico, religioso, racial, etcétera.
Esta ayuda que son $2,620 bimestrales, se entrega puntualmente en efectivo directamente y sin contratiempo alguno en lugares muy accesibles para todos que no tenemos seguridad social (IMSS e ISSSTE), y a quienes sí la tienen, también se les deposita puntualmente en sus respectivas cuentas y tarjetas bancarias.
Este apoyo solo requiere un requisito: tener 68 años de edad o más, y es una de las formas con la que la 4T reconoce y agradece a estas personas de la tercera edad haber llegado a sus seis décadas de vida y haber entregado lo mejor y más productivo de su vida en todas sus actividades manuales o intelectuales, desde el hogar y el trabajo a la sociedad, durante por lo menos 50 años o más de sus existencias; y que gracias a ello se ha conformado nuestro Estado mexicano; pues la población, junto con el territorio y el orden jurídico, es lo que conforman un Estado, que en concepto de Vicente Lombardo Toledano, es la nación organizada jurídica y políticamente.
Ahora con motivo de la vacuna anti COVID-19, que saldrá dentro de pocos meses, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, ha anunciado que será gratuita y además universal, es decir para todo mundo; lo que constituye una esperanza de salud y de vida a corto plazo para enfrentar al temible Coronavirus.
Y así como en la asistencia social y en la salud, la 4T ha privilegiado la universalidad y la gratuidad, así también lo estará haciendo en la educación, que como lo afirmó el ex rector de la UNAM y ahora embajador de México en la ONU, doctor Juan Ramón de la Fuente, es la palanca del progreso y del desarrollo de nuestro país.
Ya universidades en el país, siguiendo esas políticas públicas, como la Autónoma del Estado de México, en Toluca, han anunciado la obligatoriedad de la educación en esa máxima casa de estudios; obligatoriedad que empezó con preescolar, primaria, secundaria y preparatoria o tecnológico; en la Constitución.
Y si va a ser obligatoria la educación universitaria y tecnológica o politécnica, como consecuencia, el Estado tiene el deber de hacerla universal y gratuita.
