POR: ABEL ALCALÁ H.
La Filosofía Antropológica nos muestra muy bien quien es la persona humana, nos da a conocer su esencia, su substancia y su naturaleza, así como las leyes a que está sujeto su ser.
Si recordamos algunas definiciones de hombre (persona humana), Aristóteles decía que el hombre es un “animal racional”, para J: P: Sartre el hombre es “pasión inútil, pura libertad sin naturaleza”, para Heidegger el hombres es “ser para la muerte, ser para la nada, ser para el no ser”, para Boecio y Tomás de Aquino hombre es “sustancia individual de naturaleza racional”, para el Cristianismo el hombre es “un ser personal creado por Dios para la relación con Él, que sólo en esta relación puede vivir y expresarse y que tiende naturalmente al Él”.
Volviendo a las leyes a que está sujeta la persona humana por tener un ser compuesto substancialmente de cuerpo y alma nos encontramos que hay varias leyes que los afectan como la Ley General que es cierta regla u ordenación, ejemplo: leyes morales, económicas, estéticas, marítimas, zoológicas, etc.
Como se ve hay leyes para los seres racionales y para los irracionales, la Ley para para la creatura racional se llama Ley Moral, la Ley para la creatura irracional se llama ley natural o ley de la naturaleza o ley física.
La Antropología filosófica demuestra que el hombre por ser de naturaleza racional tiene la dignidad para no ser tratado como cosa o medio útil, posee la facultad intelectual y de la voluntad y está indeterminado por lo cual es libre potencialmente.
La racionalidad y la voluntad colocan a la persona humana en la cúspide de todo lo creado, de lo existente y lo que pudiera llegar existir, esa es nuestra responsabilidad y dignidad.
Además en la naturaleza de la persona humana hay otras facultades que lo hacen apto para allegarse los medios para no sólo subsistir sino para bienvivir, pues tiene la capacidad de cambiar su entorno y circunstancias a ambientes favorables para sí mismo y pare el desarrollo y progreso de la comunidad a la que pertenece, tiene la inventiva, la creatividad y la capacidad de fabricar artefactos, etc.
Para todos nosotros es sabido que la república mexicana cuenta con la diversidad de riqueza en todos los órdenes para que ninguna persona viva en la miseria.
Sería absurdo que existiera una ley, decreto o regla que obligue a uno o a millones de mexicano a vivir en la miseria, absurda por la simple razón que va contra la dignidad de la persona humana y porque le prohibiría obrar de acuerdo a su naturaleza y su finalidad trascendental.
Ciertamente que hay y habrá individuos que mal entendiendo su potencialidad de ser libres obren con conductas viciosas en contra de su propia persona y de otros semejantes y elijan vivir miserablemente: allá ellos y su gusto.
Lo que es responsabilidad de pueblo y gobierno es crear y fortalecer los ambientes de armonía, paz social, seguridad patrimonial y jurídica para que se desarrollen los talentos, vocaciones, creatividad e inventiva de todos y cada uno de los mexicanos que con su esfuerzo y trabajo generen la riqueza suficiente para que todos vivamos dignamente.
No hay nada que inventar sólo aplicar sabiamente los principios de: la dignidad de la persona humana, de la subsidiaridad y la solidaridad.
En México no necesitamos recetas ni ideologías que ya demostraron su ineficacia en otros pueblos, el bienvivir del pueblo se logra con los principios expuestos, lo que nos llevará a ser un pueblo sin miseria. Lector usted dice la última palabra.
