UNA PÉSIMA SEMANA PARA AMLO Y SU 4T
Dice el clásico: “mal empieza la semana, el que es ahorcado el lunes.
Pero antes que comenzara la semana, el domingo 14, se llevó a cabo la segunda manifestación de los claxonazos. En muchas ciudades del país, manifestantes contra AMLO, se manifestaron desde sus vehículos, pidiendo la renuncia del Presidente, por segunda vez.
El lunes 15, el Presidente se despertó con los resultados de las encuestadoras, donde un 48%, dicen aprobar su gestión, mientras el 52%, manifiestan estar en contra.
Para el martes, por su gira por Veracruz y otros estados, fue opacada por decenas de ciudadanos que se atravesaron a su paso para intentar dialogar con él sobre las víctimas desaparecidas.
Ante la negativa del Presidente a detener su marcha y dialogar con ellos, comenzaron los gritos de inconformidad. En el video que se subió a las redes (¿benditas?), se escucha a la gente gritarle: “nada más con la mamá de El Chapo sí platicas; ¡bájate, bájate! Y en coro: “¡Que se baje, que se baje”! “¡Nada más con la mamá de El chapo, cabrón”! “¡Que se baje, que se baje”!
Pero, impasible, López Obrador, continuó su camino.
Para acabarla, la iniciativa que presentó Ricardo Monreal, para fusionar varios organismos autónomos o comisiones, como, la de Competencia Económica y Reguladora de Energía, con el Instituto Federal de Telecomunicaciones -una capirotada, o si se quiere, una discada, con ingredientes adicionales que las hubiera hecho intragables-, solo para obtener 500 millones de pesos, del ahorro resultante de ese adefesio. Al que llamarían, Instituto Nacional de Mercados y Competencia para el Bienestar (obsérvese la trampa “Para el Bienestar”). El que, afortunadamente, no fue llevado a la Cámara de Diputados, por las duras críticas que recibió de personalidades, medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil, puesto que implicaba desparecer a los 24 directores, 17 comisionados y 440 trabajadores, que serían despedidos, incrementando el desempleo y una medida tendiente a concentrar cada vez, más poder.
La voracidad y afanes de poder del Presidente, no tiene límites, y si sigue así, agárrense, porque la venezuelarización de México, está sólo a unos cuantos pasos.
Sobre aviso.
Como hemos comentado, los pasos que está dando AMLO, en todos los ámbitos, son los mismos que recorrió Hugo Chávez, quien al parecer, le dejó a López Obrador, su manual, de cómo destruir a un país rico y llevarlo a la ruina en unos pocos años. Por lo pronto, este año y medio que lleva gobernando, ha tenido un costo muy alto para los mexicanos: un retroceso en la economía; un millón de desocupados; el incremento de los índices de violencia y delincuencia; la menor inversión privada en lo que va del sexenio; un sistema de salud colapsado y exhibido por la pandemia; altos niveles de corrupción y mucha opacidad en el manejo del presupuesto; ahorcamiento de los organismos, desaparición de otros y un acoso creciente, contra el único Poder de la Unión, que se ha mantenido, fuera de la égida del dictador en ciernes.
En síntesis, en México hay, más pobreza, más violencia, más corrupción, más desempleo, más polarización social, más intolerancia, más agresiones a los medios de comunicación y, para un trato muy especial a ciertos cárteles de la droga.
No por nada, AMLO, ya rebasó la línea de flotación, que le permitía el respaldo para hacer lo que le viniera en gana. A partir de este momento, se le irán acumulando y criticando todas sus fallas.
Los ciudadanos no son tontos, y sus colaboradores, le están ayudando mucho, a que su caída sea más acelerada y violenta.
Solo por enumerar unos casos:
El reloj Rólex de Marcelo Ebrard; los contratos con las empresas favoritas de la “Mafia del Poder”, por miles de millones de pesos (IGSA y Constructora Teya, de Juan Armando Hinojosa, el famoso donador de la Casa Blanca, y a quienes AMLO, fustigó y sigue fustigando), con contratos en el IMSS y el ISSSTE, la primera con 14 multimillonarios contratos y la segunda, con 7 mil millones, con un contrato con el IMSS del Estado de México. O, los contratos en Dos Bocas, otorgados a su compadre, por Rocío Nalhe, entre otros.
Y todavía así, López Obrador, con conocimiento o cinismo, declara en su mañanera, que ya no se permiten esos tipos de contratos, porque cotizan una obra y al final, sale más cara, es un abuso, dijo, en su plataforma mañanera.
AMLO deberá tener cuidado con “Fuente Ovejuna”. Cuándo se pregunten: ¿Quién tiró al Amblador?
