El dueño de una estación de gasolina que quedaba a las afueras de la ciudad, estaba muy preocupado con la situación financiera del negocio. Necesita pensar en alguna estrategia, de lo contrario quebraría en un mes. Así que se le ocurrió colocar un cartel que decía “Sexo gratis al llenar su tanque de gasolina”. Llega Manolo al final de un día duro de trabajo y ve el cartel, llena el tanque de gasolina y entra para preguntar por la oferta:
- Oye amigo, ¿Cómo le hago para participar de la oferta?
El dueño le contesta:
- Mira, tú eliges un número del 1 al 10 y si aciertas podrás obtener la oferta.
Manolo escoge el número 8. El dueño le dice que no es el número correcto, tal vez para la próxima. Manolo se retira y regresa una semana después junto con su amigo Luis, llena el tanque de gasolina y pasa para ver si esta vez gana la oferta escogiendo el número 4 y el dueño le dice que por poco ya que el número correcto era el 3, Manolo molesto sale hasta donde está su amigo Luis y le dice:
- Oye Luis yo creo que esta oferta es una trampa y que realmente no hay ñaca..ñaca… gratis.
Luis le contesta:
- No que dices Manolo, no hay trampa ese hombre es un gasolinero muy honesto.
- Y… ¿Tú como sabes?... ¿Ya te ganaste la oferta?. Le pregunta Manolo.
Y Luis le contesta:
- ¡¡¡No hombre que va…!!! Yo tengo tremenda mala suerte, pero mi esposa ganó 2 veces la semana pasada…
