POR: EDUARDO GRANADOS PALMA
granadospalma.com
Desde 2011, hace ocho años, esta ejemplar institución me abrió su espacio editorial para plasmar mi opinión en temas de geopolítica internacional. Semana con semana han publicado cada uno de mis análisis con total respeto a mi narrativa y expresión lo cual es digno no solo de reconocerse sino de celebrarse. La de hoy es una columna especial, pues son las primeras letras que escribo en Libertad. Cada una de las columnas que esta casa editorial me publicó desde 2011 y que seguramente usted leyó, fueron escritas desde la celda de un centro penitenciario. Y quiero dedicar mis primeras palabras después de dieciséis años de encierro para agradecer a usted y a SIN CENSURA por permitirme expresarme libre de juicios y prejuicios. No hay registro de un interno en todo el país que haya escrito de manera periódica en un espacio de difusión pública por tantos años. Eso convierte a SIN CENSURA en un medio de comunicación único y ejemplar, tolerante y digno de reconocimiento público. Vivimos tiempos de cambios profundos donde ser periodista o comunicador representa enormes desafíos pero también responsabilidades para dotar a la opinión pública de información objetiva, datos veraces y un profesional análisis. Refrendo mi compromiso con SIN CENSURA, con su director y mis compañeros colaboradores, y principalmente con usted, lector crítico e inteligente para reencontrarnos semana a semana mientras hago de mi vida una pequeña gran obra maestra.
