LA COLUMNA DE FIDENCIO TREVIÑO /
POR: FIDENCIO TREVIÑO MALDONADO
Ya lo ves como el destino todo cobra y nada olvida.
Canción popular
Es implacable, no tiene compasión ni piedad, es democrático, va contra y a favor de todos, es impredecible, llega cuando menos se le espera, tampoco tiene compromisos con nadie, y ante él no hay defensa y todos sus pronósticos se cumplen. Esto y más rasgos le caben al llamado destino. La profecía, ritualmente se cumple y a nuestra bien pagada clase o casta política las y los alcanzó el destino y, entre casualidades y circunstancias, se les olvida que ellos mismos fueron los ingenieros que trazaron sus rutas, caminos, veredas, senderos o andurriales por donde ahora les toca andar, o como dijo aquel hombre sabio de mi rancho "caminar a pie…". Los PANistas, PRIistas, PERREdistas y otros grupos que hace más de un año perdieron la gallina que ponía los huevos de oro y también perdieron todo el gallinero, ahora andan como los pavipollos tratando de cantar y hasta aletean para que el pueblo los escuche.
Durante muchas décadas, muchos PRIistas y pocos años los PANistas, se olvidaron del pueblo, fueron por años los reyecitos, los caciques, los señores feudales de tierras, de fusil, soga y cuchillo, latifundios y feudos que aún perduran en algunos nietos de la Revolución. El poder para muchos políticos fue un imperio que labraron a base de engaños, tranzas, desfalcos y muchas sinvergüenzadas, sofismas e ignominias, propias estas de todos los gobernantes, a excepción de garbanzos de a libra que salieron con las manos limpias y que para desgracia de la mayoría de los habitantes, bufones, jilgueros y cortesanos, estaba bien o al menos callaban y de paso otorgaban el mundo feliz para ellos y sus satélites. Los elegidos eran por palomazos que el de "arriba" mandaba, los demás a callar y obedecer, y no nada más felices quedaban los que no eran elegidos, sino que calladitos se veían más bonitos.
Llegó el PANista de las botas, bigotes y hebillas grandes, las promesas y esperanzas se esfumaron, tres o cuatro parientes y amigos ganaron y le dejó el changarro a un chaparrito que todo le quedaba grande, no sólo los uniformes y trajes, sino también la presidencia le quedó muy grande. Los PANistas vivían en el maravilloso país que tenía de todo, desde luego, recursos inagotables para vender, rentar, prestar, ofertar y poco para explotar, y el sistema siguió maiceando a los voceros, mientras el arroyo siguiera arrastrando basura y mugre. El que quería pagaba impuestos, el que tenía ganas y desde luego un compadre, pariente o compromiso contraído en campaña, previo permiso ponía una empresa aunque no vendiera y no produjera nada y Hacienda le devolvía mucha lana.
Fox despertó al tigre. Calderón le mordió la oreja y el avispero no esperó. Peña Nieto se acomodó una escafandra y ni siquiera un aguijón lo alcanzó. La población, hasta la fecha, tiene que andar sacudiéndose o espantándose esos panales dañinos (robos a carreteras, tomas de autopistas, huachicoleros, narcos, sicarios, secuestros, paga de piso, siembra de estupefacientes, laboratorios, trata de blancas, pateros, violaciones, feminicidios, y lo peor, la corrupción institucional con la compra de un gran porcentaje de nuestros órganos del orden judicial). Esto, entre otros 200 casos más del fatídico, nefasto, catastrófico y maligno catálogo del crimen nacional.
- Ahora, le toca pegarle a la piñata a un PRiista, al poder, líderes, empresarios, gobernadores y recuas que le acompañan hacen jugosos acuerdos de la cúpula --Es fácil chingar a cualquier mexicano— dice, dijo un ex gobernador de Guerrero, de apellido Juárez --sólo que te firme o tache un papel con muchas letritas al reverso y ya—Total, para ese 2012/2018, los feudos siguen igual o peor, el aquelarre de los PRIistas, PANistas y ya medio quebrado los PERREdistas con otros partidos familiares y tienen permiso de que cada quien hace lo que se le pega en gana. El gabinete un desastre, y pues la "Cabra sin pastor tira al monte". Llegó el caminante, el peregrino, el ave de las tempestades, el ausente y tal vez no fue el carisma del hombre, ni las promesas o mentiras en su campaña, sino los errores y atrocidades que por más de 80 años en el poder, segundo a segundo, minuto a minuto y día con día cometieron. Callado, descalzo y sin hacer ruido, los alcanzó y les llegó el DESTINO para cobrar. Pos como decía Pedro Infante "El Ídolo" --Que bonita es la venganza cuando Dios nos la permite ya sabía que en la revancha--…
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