¿A DÓNDE VA LA CUARTA TRNSFORMACIÓN?
Es cierto, es poco tiempo para adelantar vísperas.
Es cierto, Andrés Manuel López Obrador, encontró un país sumido en la corrupción, el saqueo descarado, el desmantelamiento de algunas empresas del estado (CFE, PEMEX, etc.), de algunos órganos autónomos y con una galopante violencia y delincuencia e inseguridad en muchas regiones del país. Es cierto.
Pero eso todos ya lo sabíamos, y, de hecho, fue la base de su discurso todos estos años, los meses previos a la campaña y lo repitió todos los días durante ésta última.
Y sobre esta base, tejió su discurso e hizo compromisos y promesas.
Así, su base discursiva en consonancia de sus promesas, fueron la clave para que 15 millones de mexicanos votaron por Él (los otros 15 millones de su base electoral, son sus seguidores de hace más de 15 años).
Pero Andrés Manuel y su Cuarta Transformación, le están debiendo - y mucho- a quienes realmente lo hicieron Presidente de México.
A ellos prometió que asumiendo el poder, iba a bajar los precios de los energéticos; a ellos les prometió cárcel para los corruptos y saqueadores, vende patrias; a ellos les prometió que con su sola presencia como Primer Mandatario, se acabaría la violencia en el país; a ellos les prometió respetar a las instituciones, la división de poderes, la libertad de expresión y promover la concordia, el respeto y el diálogo con todos los sectores, las distintas fuerzas políticas y mantener una buena relación con todos los medios de comunicación; a ellos les prometió, que se sometería a los dictados de la Ley, en los términos del juramento presidencial y de la misma Constitución; a ellos les prometió, integrar un gabinete con los mejores hombres y mujeres, gente respetable, preparada y comprometida con México.
Esto y más, fue, lo que les prometió Andrés Manuel López Obrador.
Y Aquí vienen los peros.
El Presidente, ya va para su sexto mes de gobierno y quienes votaron por él, no han visto cumplirse ninguna de sus promesas. Al contrario, en algunos aspectos, ha habido retrocesos y atascos (de esto hablamos la final).
Como les decía, a casi seis meses (¡qué rápido se pasa el tiempo), el gobierno de AMLO, no ha bajado el precio de los energéticos, por el contrario, éstos, se han incrementado.
No ha habido, ni siquiera denuncias contra los saqueadores y corruptos, por el contrario, volvió a revivir a personajes odiados y corruptos como Elba Esther Gordillo y Napoleón Gómez Urrutia, a quienes no solo perdonó, sino que premió.
En cuanto al respeto a las instituciones, el Presidente las ha burlado y se ha burlado de los mexicanos, al imponer como magistrada a la esposa de uno de sus más cercanos contratistas y mecenas; impuso a personas ligadas totalmente a él en la Comisión Reguladora de Energía (CRE); ha violado sistemáticamente la Ley de Adquisiciones (cosa que tanto criticó de sus antecesores), para favorecer a empresas de muy dudosa honorabilidad; ha ordenado compras de 671 pipas en EUA, a un costo de 92 millones de dólares y terminó comprando 59 unidades menos con un sobre costo de 8 millones de pesos; en una falta de respeto y violación a nuestra Constitución, mediante un MEMORANDUM, ordenó a tres secretarías, dar marcha atrás a la Reforma Educativa, hecho que suscitó serias críticas y cuestionamientos, por parte de académicos, especialistas en derecho y opositores políticos; en cuanto a la disminución de la violencia y la delincuencia, según datos de la misma Presidencia, y de organismos dedicados a medir estas cifras, en los meses de Diciembre, Enero, Febrero y Marzo, las muertes violentas y los actos delictivos, superaron a los de los mismos meses de 2018, y, en las últimas semanas, se han disparado en algunas regiones del país, lo peor de todo, es que Andrés Manuel, siempre criticó la militarización del combate al crimen en los sexenios de Felipe Calderón y Peña Nieto, y, ahora, ha creado una Guardia nacional, no solo militarizada, sino que será dirigida por un militar; y qué decir de su promesa de promover la unidad y concordia entre los mexicanos, en este aspecto, no solo no lo ha hecho, sino, por el contrario, sus conferencias mañaneras, semejan los juicios sumarios que, después de la Revolución Francesa, Robespierre (Quien decía, que el Gobierno de la Revolución es el despotismo de la libertad contra la tiranía), armaba contra sus enemigos políticos y los pasaba por la guillotina. Así, AMLO, en sus conferencia matutinas, siempre tiene a un enemigo -o enemigos- a quienes culpar de sus desaciertos, de sus promesas incumplidas y de la prensa crítica, que lo deja muy mal parado, un día sí y otro también, a quienes lanza a la jauría de fanáticos para que los hagan trizas en las redes sociales; sobre su gabinete, no puedo decir que son ineptos, no; seguramente son personas muy preparadas, expertos en el cargo que ocupan, pero no tienen carácter ni honestidad intelectual, para contradecir a su jefe. AMLO es tan centralista y autoritario, que solo él tiene la razón y si acaso, algunas veces deja que alguno de ellos hable de algún tema, solo para dejarlo mal parado, pues él siempre tiene sus propias cifras y su propia información y los exhibe y descalifica en cadena nacional.
Y por falta de espacio, mejor aquí le paro, aunque faltan los temas candentes sobre los retrocesos en algunos aspectos, que han lesionado seriamente a algunos sectores muy vulnerables; y sobre los pobres resultados de sus programas insignia. Ya veremos.
