POR: FERNANDO RANGEL DE LEÓN
El pueblo francés el 14 de julio de 1789, cansado del despotismo de la monarquía absoluta que encarnaba el Rey Luis XVI, quien a la postre fue guillotinado junto con María Antonieta y su familia; tomó con las armas la Bastilla, fortaleza y prisión militar símbolo del autoritarismo; con lo que inició la Revolución Francesa, cuya Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, influyó para que se iniciara el movimiento de Independencia en México.
El pueblo de México en el año 2018, ya estaba cansado del despotismo y autoritarismo disfrazados de los gobiernos del PRI desde 1929 (que por cierto el 4 de marzo cumple 90 años, y que por cierto también el ex Rector de la UNAM el Doctor José Narro Robles, está a punto de “quemarse” si comete el error de aceptar la Presidencia Nacional del PRI); y del PAN desde 2000, en que se convierten en el PRIAN; y para acabar con ellos en lugar de agarrar las armas los ciudadanos tomaron sus credenciales electorales y en el ya histórico 1° de julio, eligieron a sus candidatos los actuales Presidente de la República, diputados federales, senadores, gobernadores, diputados locales y ayuntamientos municipales en el país, de la coalición Hagamos Historia, y sin derramar una sola gota de sangre sacó a los gobiernos de la corrupción y de la impunidad, del poder público, que olvidaron que es del pueblo y no de ellos, como lo habían tenido como si fuera de su propiedad.
Esa acción de los mexicanos fue como la de los franceses con la Toma de la Bastilla; pero para que perdure el poder del pueblo en el gobierno es necesario que en este 2019 voten por los candidatos del partido Movimiento Regeneración Nacional MORENA; pues para que se dé la Cuarta Transformación, a cabalidad, es menester que ganen en todo el país; sobre todo en nuestro vecino Estado de Durango, y en especial en nuestro querido Gómez Palacio, en donde en toda su historia nunca ha habido un Presidente Municipal que no sea del PRI; no porque no sea muy buena la actual alcaldesa, sino porque este nonagenario partido ya dio todo lo que tenía que dar, y ya debe salir del poder.
Los Pinos, fue la residencia presidencial desde que el Presidente Lázaro Cárdenas, la cambió del Castillo de Chapultepec, que abrió al pueblo; que la construyó en el contiguo rancho “La Hormiga”, y le puso los Pinos porque así se llamaba la Huerta en Tacámbaro, Michoacán, en donde conoció a su respetabilísima esposa Amalia Solórzano; hasta que el pasado 1° de diciembre, como primer acto de su gobierno el Presidente Andrés Manuel López Obrador, abrió Los Pinos al pueblo.
Los Pinos simbolizaban materialmente la Bastilla; porque era una fortaleza del poder público y del dinero en México, defendida por la guardia presidencial, inaccesible al pueblo, que ahora puede disfrutarlo como centro cultural.
