POR: PEDRO BELMARES O.
Una pareja era muy grande de edad y los dos se preguntaban el porqué de su cansancio crónico, si toda la vida habían gozado de buena salud. Fernando y Gloria, por algún motivo, nunca pudieron tener hijos, así es que se dedicaron a disfrutar de la vida; viajaron a todas partes del mundo pero también trabajaban en su tienda de ropa. Pero pasaban los años y se preguntaban; ¿Qué vamos hacer cuando no podamos manejar nuestro negocio?
No tenemos a nadie a quien dejarle esto, así que un día decidió Don Fernando traspasar la tienda a su competencia, y ese dinero lo pusieron en el banco porque ellos siempre confiaban en las instituciones bancarias. Él siempre le decía a su mujer que si él se moría primero, ella iba a vender la casa, y que se fuera a una casa de ancianos. Para esto, ella siempre le contestaba: –Hay Fernando, tú piensas en que tú te vas a morir primero, pero si yo muero primero ¡qué será de ti! Ellos, muchas veces se olvidaban del tema por momentos.
Una mañana, ninguno había despertado, los vecinos notaban que no habían salido por varios días, y así pasaron los días.
Hasta que un mal olor que provenía de su casa, los vecinos llamaron a los bomberos, ellos entraron a la casa de los dos viejitos.
Los dos habían muerto por causas naturales, muchos dicen que tanto era su miedo de que uno se quedara solo, que la muerte les concedió ese deseo.
Hasta que la muerte nos separe…
