Una distinguida dama venía en un vuelo de Irlanda y pidió al cura que venía al lado de ella que le hiciera un favor: - Mire, Padre, compré una finísima plancha para el cabello para llevarle de regalo a mi mamá
La Trina va a ver a una vidente, y apenas se sienta a la mesa, le empiezan a echar las cartas del Tarot, después de un rato de leer las cartas, con cara de preocupación le comenta la vidente a la señora: