JOSÉ GERD
México
Hombre con mirada de niebla,
que vaga sin rumbo, sin sol, sin estrella.
Guarda en su corazón un río de sombras,
donde la tristeza lo ahoga en silencio.
Una carga invisible pesa sobre sus hombros,
un peso que solo él puede sentir,
un secreto que grita en silencio,
un dolor que no encuentra salida.
Su alma como cielo nublado,
donde el sol se esconde tras las nubes,
una tormenta que ruge en su interior,
sin encontrar paz ni reposo.
Su mirada es un acantilado sin fondo,
donde se refleja la desesperanza,
un pozo sin luz, sin esperanza,
donde la tristeza es su única presencia.
Mas en ese vacío, hay un destello,
un rayo de luz que lucha por brotar,
una llama que arde en su interior,
y que espera ser avivada.
En la oscuridad, busca una mano,
que lo guíe a través de la noche,
una voz que le musite palabras de paz,
y le muestre el camino a retomar.
Y aunque la tristeza lo envuelva,
y la desesperanza lo aceche,
en su corazón palpita un corazón fuerte,
que late con la confianza de un nuevo día.
