La mejor columna política de La Laguna, por SinCensura®.
En política, los viajes nunca son inocentes. Cada foto, cada saludo, cada discurso deja huellas que, bien leídas, dibujan el mapa del poder. Y el gobernador Manolo Jiménez Salinas lo sabe.
CDMX, mostrando músculo…
Su paso por la capital no fue cortesía institucional; fue movimiento de tablero. En los pasillos de Polanco y de la Secretaría de Gobernación, el mensaje fue claro: Coahuila funciona.
Mientras otros estados naufragan entre bloqueos y reclamos, Manolo Jiménez presume orden, obra y empleo.
En el North Capital Forum, presentó al estado como la vitrina norteña del desarrollo seguro, donde la seguridad no es promesa, sino activo.
En la capital política lo vieron como lo que ya es: un gobernador que juega en liga nacional sin romper con el centro. Ni rebelde ni subordinado, pragmático.
La presidenta Claudia Sheinbaum lo identifica como interlocutor confiable; y eso, en tiempos de lealtades volátiles, vale oro.
Austin: la diplomacia económica del norte…
Texas no fue turismo. En Austin, Manolo desplegó la otra mitad de su libreto: diplomacia económica.
Se reunió con autoridades texanas, inversionistas y académicos, promoviendo proyectos como Vinos & Dinos, el Rodeo Saltillo y los parques industriales que sostienen la frontera coahuilense.
No fue a pedir, fue a ofrecer. Y en política, quien ofrece, manda.
Vendió estabilidad y certeza, dos valores escasos al sur del Bravo.
El mensaje entrelíneas: Coahuila tiene agenda propia.
El gobernador construye un modelo donde seguridad y desarrollo son parte de la misma ecuación.
La antesala de 2026…
El proceso electoral que renovará el Congreso local en 2026 ya marca el pulso político.
El PRI, aún con músculo territorial, se apoyará en la marca Manolo: orden, resultados y estabilidad. Todo indica que sumará al PAN en alianza, veremos.
Morena apostará por el desgaste y por su estructura social; la UDC y los emergentes, por el desencanto ciudadano.
En Torreón, los priistas preparan cuadros jóvenes cercanos al Palacio Rosa; Morena busca perfiles de colonias populares con respaldo federal.
En Matamoros, la batalla se librará por el agua y el campo; en Francisco I. Madero, entre magisterio y exregidores; y en San Pedro, en los ejidos que siguen moviendo el voto.
El tablero ya está puesto.
Lo que se juega no es sólo la mayoría en el Congreso: es la validación del modelo Manolo Jiménez Salinas.
El equilibrio interno…
Dentro del PRI, la calma aparente oculta movimientos de fondo.
Alcaldes que buscan curules, diputados que quieren repetir y nuevos cuadros que exigen espacio.
El manolismo, sólido hasta ahora, enfrentará su primera prueba real de cohesión.
El poder desgasta, incluso cuando se ejerce bien.
Y el reto del gobernador será evitar que la disciplina se confunda con complacencia.
La lectura nacional…
Desde el centro del país, Coahuila aparece como una excepción: un estado en crecimiento, sin sobresaltos y con un gobernador que dialoga sin doblarse.
En tiempos de polarización, eso es casi un arte.
Manolo se mueve entre tres ejes: seguridad con resultados, gestión moderna y pragmatismo político.
Su relación con Sheinbaum es funcional y respetuosa: un equilibrio que pocos logran.
El 2026 será su examen de medio término.
Ahí sabremos si el “manolismo” es una corriente o sólo una etapa.
Por ahora, Manolo gobierna y se proyecta.
Pero el poder, como el vino, se avinagra si no se cuida.
Y en Coahuila, la frontera entre liderazgo y exceso siempre ha sido delgada.
El reacomodo del poder en La Laguna…
Mientras en Saltillo se teje la estrategia estatal, La Laguna vive su propio reacomodo.
Los grupos empresariales, políticos y mediáticos empiezan a mover sus piezas rumbo a la elección de 2026.
Y aunque todavía faltan meses para el arranque formal, el juego ya empezó… silencioso, pero intenso.
Los empresarios se vuelven jugadores…
En Torreón, la élite económica recuperó voz.
Los mismos que alguna vez fueron mecenas de campañas hoy vuelven a sentarse a la mesa.
Hablan de continuidad, pero piensan en influencia.
Buscan candidatos con perfil técnico, buena imagen y, sobre todo, interlocución directa con el gobernador.
Las cámaras empresariales huelen el momento.
Saben que la próxima legislatura definirá incentivos fiscales, parques industriales y convenios con Texas.
Por eso, más que nombres, quieren garantías de acceso.
Los políticos se agrupan…
En el PRI lagunero, los liderazgos históricos observan con recelo el avance de la nueva generación que creció al amparo de Manolo. Hay quienes buscan curul; otros, sobrevivencia.
Los viejos operadores de colonias y ejidos reclaman su lugar, aunque la estructura territorial ya cambió de ADN: ahora responde más a la nómina que a la lealtad.
Incluso, los operadores del gobernador cuestionan… ¿quién aún se quiere resistir al gobernador Manolo?
En Morena, el movimiento es inverso: demasiados aspirantes y pocos liderazgos reales.
Los operadores federales reparten programas, pero no votos.
Y las disputas internas amenazan con fragmentar una base que aún no logra consolidarse fuera de los reflectores de la 4T.
Los medios, nuevos árbitros…
En medio del ruido político, los medios locales vuelven a ser actores.
Ya no por línea editorial, sino por capacidad de agenda.
Las nuevas plataformas digitales laguneras marcan conversación más rápido que los periódicos tradicionales.
Y eso ha obligado a los políticos a cambiar la estrategia: menos boletines, más narrativa.
La disputa por Torreón…
Torreón será el corazón del 2026. La renovación del Congreso pasará por el voto urbano, de clase media, pragmático y cada vez más volátil.
Ningún partido puede ganar sin alianzas.
El PRI se apoyará en la imagen de estabilidad del gobierno estatal; Morena intentará posicionar el discurso del cambio social; y los independientes jugarán a la sorpresa, aunque su margen real es corto.
Lo cierto es que Torreón ya no se mueve sólo por partido, sino por percepción.
Quien domine la conversación digital y logre proyectar cercanía real con la ciudadanía, tendrá la ventaja.
Los hilos invisibles…
En política, lo que no se ve suele ser lo que más pesa.
Y en La Laguna, los hilos invisibles se mueven entre oficinas privadas, cafés discretos y llamadas sin registro.
Empresarios que financian ambos bandos, asesores que trabajan para dos campañas y periodistas que miden cada palabra como moneda de cambio.
El poder en La Laguna no se grita, se negocia.
Y el 2026 será, más que una contienda, una redistribución silenciosa de influencias.
Los silencios del poder: la sucesión municipal en Torreón…
Torreón huele a campaña, aunque nadie lo diga.
Los murmullos en cafés, las reuniones discretas y los saludos prolongados ya son señales de una sucesión que corre bajo la superficie.
En esta ciudad, el poder no se anuncia: se insinúa.
El PRI y la continuidad calculada…
En el Palacio Rosa, la consigna es clara: mantener el control de la capital lagunera sin fracturas internas.
Los nombres circulan en voz baja, pero todos tienen algo en común: cercanía con el proyecto estatal.
El gobernador necesita un perfil de gestión, sin escándalos y con disciplina.
Alguien que dé continuidad, pero no sombra.
En el PRI, la sucesión será una prueba de lealtad, no de popularidad.
El mensaje interno es simple: quien rompa, se queda fuera del sistema.
Manolo prefiere un cuadro confiable a un aventurero con votos, porque el verdadero termómetro será el Congreso, no el Cabildo.
Morena: ruido, fractura y esperanza…
En Morena, las definiciones se complican.
Sobran los aspirantes y faltan liderazgos reales.
Entre ellos, exfuncionarios, exalcaldes, activistas y uno que otro recién convertido a la 4T.
El riesgo es la fragmentación.
En la estructura federal coahuilense saben que Torreón no se gana con discurso; se gana con estructura.
Y en eso, el priismo aún juega con ventaja.
Los empresarios, árbitros silenciosos…
El sector privado observa, mide y financia con cautela.
No quieren enemigos en Palacio, pero tampoco dependen ya del PRI como hace veinte años.
Hoy reparten apoyos con estrategia: uno a cada caballo, para asegurar asiento en la próxima administración.
El factor ciudadano…
Torreón tiene una sociedad civil más activa que hace una década.
Organizaciones, colectivos y universidades presionan por transparencia y servicios públicos.
No definen elecciones, pero sí modifican narrativas.
El político que los ignore los padece.
Y el que sepa integrarlos, se fortalece.
El silencio como estrategia…
La política lagunera tiene una regla: el que más grita, menos poder tiene.
Por eso los verdaderos aspirantes callan.
Guardan prudencia, se muestran institucionales, esperan la señal.
El silencio no es debilidad, es autoprotección.
Porque en Torreón, hablar antes de tiempo puede ser la diferencia entre gobernar o ser borrado del mapa.
La sucesión municipal en Torreón se cocina a fuego lento.
Nadie mueve ficha sin medir las consecuencias.
Pero el tablero ya está dispuesto, y las piezas, alineadas.
El silencio actual no es vacío político: es tensión controlada.
Y cuando llegue el momento, lo que hoy se susurra en los pasillos del poder será titular en las portadas.
Coahuila, otra vez, juega con la fórmula que le ha funcionado durante décadas: disciplina, estrategia y tiempo.
Tres palabras que, bien aplicadas, convierten el poder en permanencia.
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