Un hombre salía de una tienda de conveniencia con su café de la mañana, cuando notó que una procesión fúnebre muy inusual se acercaba al cementerio cercano.
Un coche fúnebre negro fue seguido por un segundo coche fúnebre negro a unos 50 pies detrás del primero. Detrás del segundo coche fúnebre había un hombre solitario que paseaba a un perro con correa. Detrás de él, a poca distancia, había unos 200 hombres caminando en fila india.
El hombre no soportó la curiosidad y se acercó respetuosamente al hombre con el perro y le dice:
- Lamento mucho su pérdida y quizás no sea buen momento, pero nunca había visto un funeral como éste. ¿De quién es el funeral?
El hombre con el perro le responde:
- De mi esposa.
El hombre curioso le pregunta:
- ¿Qué le pasó?
El hombre con el perro se encoge de hombros y muy serio responde:
- Ella me gritó y mi perro la atacó...
El curioso hombre sigue preguntando:
- ¿Pero quién está en el segundo coche fúnebre?
Respondió el hombre con el perro:
- Mi suegra. Estaba intentando ayudar a mi esposa cuando el perro se volvió contra ella...
Un momento muy conmovedor y emotivo de hermandad y silencio pasó entre los dos hombres. Después de unos minutos el curioso le dice:
- ¿Puedo tomar prestado a su perro?
El hombre respondió:
- Haz fila...