Con más de 40 años de historia, el Centro de Estudios Tecnológicos, industrial y de servicios número 83 (CETis 83), ve amenazada su continuidad como institución educativa debido a la toma que desde hace tres años hicieron de sus instalaciones un grupo de ejidatarios de la comunidad de San Agustín, quienes se asumen como legítimos dueños y buscan obtener millonarias ganancias vendiendo los terrenos en detrimento de casi dos mil alumnos y maestros de la institución.
Entrevistado por Sin Censura, Jesús García Flores, docente del CETis 83, explicó que fue en 1982 cuando los ejidatarios, mediante la realización de una asamblea, “donaron los terrenos para la edificación tanto el CETis 83 como del CECATI (Centro de Capacitación para el Trabajo Industrial) 85, y en 1992, con la modificación del artículo 27 constitucional, que no permitía vender ni donar los terrenos, se da carta abierta para que se privatizaran y comercializaran, sin embargo, las autoridades no regularizaron la situación”.
Sin embargo, no fue sino hasta el año 2000 cuando los ejidatarios empezaron a exigir a las autoridades escolares el pago correspondiente por los terrenos en que se ubican ambas instituciones educativas, “pero nosotros tenemos la legítima posesión por más de 40 años, entonces, ellos, indebidamente, se posesionaron de los dos edificios”. García Flores señaló que los ejidatarios “ya hasta saquearon el CECATI 85, y el material de trabajo que ellos tienen es muy caro”.
Ante esta situación, los alumnos, maestros y personal administrativo de ambas instituciones decidieron llevar a cabo el bloqueo de la antigua carretera a San Pedro, para exigir a las autoridades federales una solución, pues hasta el momento nadie se ha acercado con ellos para solucionar un conflicto que se ha alargado ya por tres años.
Por su parte, Maritza Gallardo Nevárez, delegada sindical del CECATI, dijo que a pesar de que alumnos y maestros de ambas instituciones tienen casi tres años trabajando fuera sus respectivas instalaciones, siguen esperando una solución al conflicto: “en la SEP siempre nos dicen que están en negociaciones, pero hasta la fecha no tenemos ninguna resolución”.
Mientras tanto, los alumnos del CETis 83 que aún no se han dado de baja están trabajando en las instalaciones de la antigua PREFEMA, que se encuentra en la colonia Villa Jacarandas, pero en el caso de docentes, personal y alumnos del CECATI 85 no han podido encontrar una sede alterna y se encuentran trabajando en unidades móviles ubicadas en el Instituto de la Mujer e, incluso, en el CEFERESO. “Para el personal administrativo nos prestaron una biblioteca en el CETis de La Joya”, explicó Gallardo Nevárez.
Asimismo, José Mercado, delegado sindical del CETis 83, detalló que los ejidatarios siguen en la misma posición de hace tres años: “Ellos dicen que no se piensan retirar hasta que no se llegue al desalojo por la vía judicial… ya hasta pusieron cadenas para que nadie entre, aunque ya un juez determinó que no se puede negar la entrada al plantel, pero así hemos estado más de dos años y medio”.
Expresó que la manifestación ha sido una medida de apremio a las autoridades, pues nadie se ha ocupado de resolver el conflicto, por lo que decidieron tomar medidas extremas para que las autoridades correspondientes tomen cartas en el asunto, pues pagar los 80 millones de pesos que los ejidatarios quieren como compensación por los terrenos es una medida inviable, de acuerdo con el delegado sindical.
En lo que se refiere a los alumnos, señaló que ningún estudiante se verá afectado y que se sigue atendiendo a la población estudiantil: “ningún alumno se verá afectado en sus estudios”, señaló. “No hemos dejado de trabajar durante los casi tres años que ha durado el conflicto, aún y cuando no tenemos plantel, y ya no tenemos tiempo porque el juicio va para largo y mientras tanto nuestras matrículas han ido disminuyendo, esa es la desesperación que tenemos alumnos y maestros, que podemos llegar a desaparecer, vivimos en una gran incertidumbre”.
Y es que de mil 800 alumnos con que contaba el CETis hace tres años, al momento apenas rebasan los 400 estudiantes, y, de seguir así, la institución con más de cuatro décadas de historia pudiera llegar a desaparecer, todo por la ambición de un grupo de ejidatarios en conjunción con la indolencia de las autoridades escolares.