En los tiempos actuales la mayor calamidad que sufren muchos pueblos del planeta es la que les producen sus propios gobernantes, dirigentes y representantes. Gobernantes, dirigentes y representantes van y vienen cargados de promesas, de discursos, compromisos que al final resultan incumplidos y el pueblo siempre engañado, las consecuencias es que los gobernados quedan, cada vez más, en circunstancias empobrecidas e inhumanas.
Explicarse qué les pasa a los gobernantes, dirigentes y representantes para obrar en contra de los que en ellos depositaron su voto, su confianza y sus planes de vida, ayudará en entenderlos y saber evitarlos en las próximas elecciones.
Sobre los malos gobernantes, dirigentes y representantes hay muchas advertencias, citaré algunas; "Mateo 20:24-28 RVR1960. Cuando los diez oyeron esto, se enojaron contra los dos hermanos. Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad".
"Proverbios 29:2 Es quién gobierna: “Cuando los justos gobiernan, el pueblo se alegra; pero cuando gobierna el impío, el pueblo llora ”.
"Tú no puedes ser amigo de gobernantes corruptos, que violan la ley y hacen planes malvados".
"Cuando el país anda mal, los gobernantes aumentan, pero el buen dirigente sabe mantener el orden. El malvado que oprime a los pobres es como fuerte lluvia que destruye las cosechas. Los que se apartan de la ley alaban al malvado; los que la cumplen están en contra de él". Biblia.
"Mateo 23:4-15 RVR1960. Los fariseos: Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres (pueblo); pero ellos ni con un dedo quieren moverlas".
Estas cinco citas son suficientes para saber los males que los pueblos padecen por ser gobernados, dirigidos y representados por individuos que están seducidos por vicios que los hacen cometer los peores crímenes contra su pueblo.
Comentar los vicios de la avaricia, la envidia, la gula, la ira, la lujuria, la pereza y la soberbia, también llamados hábitos malos, que lucen con gran arrogancia los supuestos gobernantes, dirigentes y representantes, dará luz para entenderlos y tomar las medidas para, cuando menos, neutralizarlos.
Los gobernantes, dirigentes y representantes en su gran mayoría están sometidos al afán o deseo desordenado de poseer riquezas, bienes, posesiones u objetos de valor de cualquiera tipo con la intención de atesorarlos, viven con un irrefrenable deseo de acumular dinero mucho más allá de las cantidades requeridas para la supervivencia básica y la comodidad personal, aunque sea dejando al pueblo en la miseria.
Los gobernantes, dirigentes y representantes en su gran mayoría tienen una inclinación insana por los honores, por los privilegios, son intolerantes ante los éxitos y logros de los demás, se entristecen y odian los triunfos de otros, se roban los más altos puestos de los gobiernos, buscan se adorados dando limosnas al pueblo para comprar su dignidad.
Los gobernantes, dirigentes y representantes en su gran mayoría tienen un apetito desmedido y desordenado en el comer y el beber, ese apetito los arrastra a traspasar los límites de la discreción y de la prudencia, ese vicio los lleva a la tibieza, a la indiferencia y al desaliento sin importarles las consecuencias para el pueblo.
Los gobernantes, dirigentes y representantes en su gran mayoría son dominados por una emoción del resentimiento que se caracteriza por un sentimiento de indignación, rechazo, enojo o furia, su corazón se incendia fácilmente por la venganza que lo dispone a perpetuar los más horribles acciones contra los que critican o se oponen a sus consignas.
Los gobernantes, dirigentes y representantes en su gran mayoría están esclavizados por el deseo excesivo e incontrolable de placer sexual, a menudo asociado con pensamientos y deseos sexuales intensos. Se puede manifestar como una compulsión sexual o adicción a las relaciones sexuales sin límites y sin responsabilidad. Se aprovechan de su poder para someter a otros a sus caprichos y deseos pervertidos y promueven leyes para legalizar los peores crímenes antinatura contra niños y jóvenes.
Los gobernantes, dirigentes y representantes en su gran mayoría son atraídos por la negligencia, tedio o descuido en las cosas a que están obligados. Aprovechan el puesto para vivir en la comodidad y la molicie, en la mayoría de veces tiene pereza mental y pereza física, que es la causa por la que la condiciones materiales del pueblo siempre están descuidadas. Buscan cumplir a medias su trabajo y son fáciles de manipular en las votaciones de las cámaras de diputados y senadores.
Los gobernantes, dirigentes y representantes tiene enfermiza satisfacción y envanecimiento por la contemplación de las propias prendas con menosprecio de los demás, exigen se tratados como reyes o dioses y siempre traen su séquito de aduladores. Envueltos en un sentimiento de superioridad excesivo, un altivez y apetito desordenado por ser preferido a otros. Toman una actitud que implica la creencia de que se es mejor que los demás, tanto en capacidades como en posesiones, y se manifiesta en comportamientos arrogantes y despreciativos hacia el pueblo, ahí su afán de corromperse por cualquiera fortuna mal habida y tomando dinero del erario.
Los pueblos que están sometidos a estos seudo gobernantes, dirigentes o representantes atrapados en los vicios mencionados serán víctimas de todos sus malos hábitos que los tendrán sometidos a las peores condiciones materiales y toda clase agresiones a su dignidad de persona humana e integridad física.
Dentro de las posibles soluciones para contener a esos malos gobernantes, representantes y dirigentes, es su exhibición pública por todos los medios al alcance del pueblo de su conducta viciosa para que los ciudadanos tome consciencia y acciones para evitar o moderar sus inclinaciones perversas y de ser posible su destitución y castigo por los daños causados a los mexicanos. Usted lector dice la última palabra.