México está sufriendo una crisis de agua sin precedentes, con la escasez afectando a todos los estados del país.
Expertos señalan que este problema se agravará en el futuro debido a la alta variabilidad climática, el crecimiento de la población y la urbanización, que han aumentado la demanda de este vital recurso.
Las regiones del norte y centro del país son las más afectadas, con temperaturas récord que han superado los 45 grados centígrados a la sombra. Según los pronósticos, las altas temperaturas continuarán durante el 2025.
El cambio climático ha tenido un impacto negativo, causando la deshidratación de plantas y cultivos. Esta falta de agua puede repercutir gravemente en la calidad de vida de las personas, tanto en las ciudades como en las comunidades rurales.
Para hacer frente a esta crisis, se recomienda que los ciudadanos almacenen agua en recipientes adecuados.
Asimismo, se espera que el gobierno mexicano invierta en infraestructura hídrica y en esfuerzos de conservación para garantizar el acceso a recursos hídricos seguros y adecuados para toda la población.