En el marco del mes contra la lucha del cáncer de mama, el Centro de Investigación Biomédica inauguró el Laboratorio de Edición Génica como parte del Departamento de Genética del proyecto integral de Oncología molecular, lo que permitirá realizar investigación que en unos años podría salvar miles de vidas de enfermos de todos los tipos de cáncer.
En el Laboratorio de Edición Génica se analizarán pruebas moleculares de pacientes con cáncer de mama y colon, vírgenes a tratamiento, que deberán ser canalizados por sus médicos tratantes de instituciones como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Hospital Universitario, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Secretaría de Salud y clínicas privadas.
Será un espacio donde la investigación básica y aplicada se fusionen para abordar los problemas de salud más apremiantes que enfrenta la población, además de representar una oportunidad única para que las y los investigadores se mantengan a la vanguardia en los avances de la edición génica, teniendo la oportunidad de revolucionar la medicina y mejorar la calidad de vida de millones de personas.
La construcción del Laboratorio de Edición Génica fue gracias a las autoridades universitarias, a la gestión con diferentes autoridades del gobierno federal, estatal y municipal y a la sociedad civil, esfuerzo que se traducirá en avances significativos para la obtención de diagnósticos, seguimiento y atención a personas con diferentes enfermedades.
En entrevista con Sin Censura, el doctor Jorge Haro Santacruz, integrante del Centro de Investigación Biomédica, explicó que “hace diez años, unos investigadores descubrieron que los virus que nos infectan, dejan un pedacito de su ADN en nuestro ADN, es decir, edita, por así decirlo, nuestro genoma. Lo anterior, quiere decir que cuando nos enfermamos, vamos recopilando pedacitos de ADN de otros seres vivos, y descubrieron que era posible, de una forma muy simple, modificar el genoma”.
De tal manera, añade el entrevistado, que es “posible reescribir lo que está en nuestros genes. Por supuesto, el descubrimiento fue revolucionario, obviamente los científicos que descubrieron esto ganaron el premio Nobel, y ahora en muchas partes del mundo se hace este tipo de investigación, y, precisamente, el laboratorio que inauguramos es precisamente para eso, para editar genéticamente nuestros genes, es un laboratorio de edición génica”.
En dichas instalaciones, agrega Haro Santacruz, se realizarán trabajos de investigación con células, específicamente células con cáncer, y lo que vamos a hacer el bloquearle esos genes cancerígenos para apagar el cáncer genéticamente”.
Por supuesto, la investigación apenas comienza y faltan años todavía de trabajo, de acuerdo con el testimonio del doctor Haro: “estamos en fases pre clínicas, pero obviamente con miras a realizar estudios clínicos, es decir, una vez que lo hacemos en células podemos brincar a modelos animales, hacer lo mismo en ratas o conejos que tengan tumores y apagarles ciertos genes con estas técnicas y quitarles el cáncer, así tal cual se escucha”.
Una vez que se haya logrado superar la fase de estudios en animales, se podría pasar a la fase de estudios clínicos en seres humanos, lo que abriría enormes posibilidades para miles de hombres y mujeres afectados por esta terrible enfermedad. “Es el primer laboratorio de su tipo en Coahuila, lo que nos pone a la vanguardia en investigación en oncología, y esperamos tener resultados importantes para muchos pacientes que están sufriendo con el cáncer”, añadió.
La edición génica también lograría que quienes padecen algún tipo de cáncer ya no tuvieran que someterse a tratamientos como la quimioterapia, cuyos efectos secundarios son devastadores para el paciente, que vomita repetidamente luego de las sesiones, va perdiendo el cabello y peso de manera dramática, y tal pareciera que la solución es tan terrible como la enfermedad, pero, con la edición génica, el paciente ya no sería sometido a tratamientos tan extremos, y podría recuperar su salud sin necesidad de sufrir los estremecedores efectos de tratamientos como la temida quimioterapia.