EL OTRO DÍA, comentábamos en este espacio que era necesario que se pusiera más atención en el problema del alumbrado público, en específico, en algunas áreas de la ciudad y los ejidos donde las calles parecen verdaderas bocas de lobos. Este asunto, parece que no tiene mucha importancia, pero sí afecta y afectará a miles de Trinos que con la llegada del otoño e invierno van a tener que caminar por esas calles de Dios que están en la penumbra porque con el cambio de las estaciones amanece más tarde y obscurece más temprano. En este sexenio de la mal llamada 4T, se le ocurrió al ciudadano presidente y su corte de aduladores quitar el horario de verano, al cual, él mismo, como jefe de gobierno de la capital de la República, se había opuesto. Recordemos que, cuando a principios del milenio se propuso implementar el horario de verano, el hoy verdadero gobernador del estado de Guerrero, Félix Salgado Macedonio, siendo diputado federal se opuso en la tribuna a esta medida argumentando que esto le afectaba para según el aventarse su famoso mañanero.
Total, que ya siendo presidente de la República al Peje que, si es lagarto, se le ocurrió derogar el horario de verano y volver a los usos horarios de más antes y, como muchas cosas más que ha hecho, las ha realizado al ahí se va sin ver los pros y contras. Porque en esto del horario de verano no estaba el detalle del presunto ahorro de energía si no también está el asunto del horario que permitía que la gente transitara con luz natural en las calles. Pues bueno, en pueblos y ciudades pequeñas como la nuestra que no tienen muchos recursos para contar con un buen sistema de alumbrado público, la raza tendrá que deambular en la penumbra y todo por seguir las grandes ideas de personajes como el Peje y el Macedonio, quien nomas por llevar la contra se opusieron al horario de verano que pudo haber tenido su lado malo, pero también tenía su lado bueno. Y cuando uno se pregunta porqué esos ridículos personajes se opusieron a estas medidas, la explicación es clara: ni López Obrador ni Félix Salgado pertenecen a la clase trabajadora, los dos son grillos que han vivido durante toda su parasitaria vida del dinero público y sucio que alimenta las actividades políticas de este país. Cuando ha sabido usted del Macedonio o el lagartón se han levantado a las 5 de la mañana para irse a trabajar a la parcela o a la maquila; ellos son igual que los demás miembros de la clase política de este país, señoritos que jamás han sudado para ganarse la vida, pero si son buenos para el cuento y la estafa y, por eso, han ganado sus elecciones engañando a la gente con promesas tan falsas como ellos. Por cierto, oiga usted, que bonita tomada de pelo le hicieron el Peje y sus esbirros a la raza de entre 60 y 64 años. En la campaña les prometieron que lo del 65 y más se bajaría a los 60 a 64 y ahora les salen que será primero para las mujeres de 60 a 64, pero que primero serán las mujeres indígenas, luego las madres solteras, y allá por el 2030 cuando vengan las elecciones presidenciales, las demás. Y los hombres, biológicamente hablando, ya no van en ese proyecto. Descaradamente, el Peje en su proyecto jugó con el hambre y la codicia de la gente de 60 a 64; los engañó, votaron por él y su heredera ganó arrasando a una oposición mediocre e incapaz. Desgraciadamente, así fue. JUGÓ CON EL HAMBRE Y LA AMBICIÓN DE LA RAZA Y GANÓ…