Cristian Chairez se autodenomina como un priista de abolengo. Su abuela, fue regidora del ayuntamiento de Torreón por ese partido, por lo que en su casa, dice, era primero "ser priista que ser católico".
Sus inicios en la política se dieron por allá en los 90's, cuando formaba parte de las juventudes del tricolor, partido al que renunció dos décadas después, afirma, debido a que un grupo de advenedizos "que ya no están en el PRI, lo tenían secuestrado para su beneficio".
Sin embargo, a pesar de ya no militar en sus filas, Chairez no duda en afirmar "que yo sigo siendo priista, y estoy dispuesto a regresar y trabajar para que el partido salga adelante".
Entrevistado por Sin Censura, narra la odisea que han sido los últimos años de su vida, cuando se volvió un militante incómodo por atreverse a levantar la voz, situación que lo ha perseguido hasta el día de hoy, y que nos narra en exclusiva.
Todo comenzó hace varios años, cuando el ahora ex gobernador Miguel Angel Riqueleme se registró como aspirante al gobierno del estado, registró que, afirma Cristian Chairez, se presentó forma en extemporánea, por lo que, a título personal, decidió presentar una impugnación, misma que no procedió. Después de eso, la historia, la conocemos todos: Riquelme Solis ganó las elecciones y se convirtió en gobernador constitucional del estado.
A partir de ahí, comenzó el calvario que persigue a Chairez hasta el día de hoy. Relata: "un día llegan a mi casa elementos de la policía estatal y me detienen. Me dicen: dónde están las armas, y efectivamente, yo tenía armas en la casa, me gustan, pero yo tenía el permiso y estaban debidamente registradas ante la SEDENA".
Acusado de haber utilizado dichas armas en contra de las fuerzas del orden, pasó cinco meses recluido en el CERESO local, hasta que, finalmente, obtuvo su libertad por no haber elementos suficientes para procesarlo. Sin embargo, ese estigma lo ha perseguido hasta el día de hoy, pues con ese pretexto le han negado su regreso al servicio público, bajo la excusa de que cuenta con antecedentes penales, "cuando no es así -dice en entrevista con esta casa editorial-, y ahí está mi carta de no antecedentes penales para demostrarlo, pero de ahí se agarran para no darme trabajo".
No solo eso, a partir de entonces también su trabajo como gestor se ha visto afectado, pues cada vez que acude a alguna dependencia de la administración pública, dónde es ampliamente conocido, recibe siempre cómo respuesta un: "Es que te metiste con el jefe", en referencia al hoy senador electo de la República.
"Y me lo dijo el mismo jefe (dice refiriéndose a Riquelme Solís), yo lo encare y le dije: oiga ingeniero, ya me traen! Ayúdeme, porque dicen que usted los manda a hacerme esto o hacerme aquello, y él me dijo: yo nunca le voy a mandar a hacer nada, pero necesita cuidarse de los oficiosos (sic), de los que quieren quedar bien y que se lo chingan porque no tienen otra manera de sobresalir".
Sin embargo, y, a pesar de los agravios recibidos, que lo llevaron incluso a la cárcel, Cristian Chairez afirma que está dispuesto a regresar y trabajar en favor de lo que queda del PRI: "... porque muchos de los que se posesionaron del PRI, del municipio, del gobierno del estado ya no están, ya muchos traicionaron, ya enseñaron quiénes son realmente y se fueron a otras opciones políticas, e inclusive, se fueron estando pegados a la ubre".
Y añade: "(Es tiempo de que) quienes somos fieles a los ideales de Plutarco Elías Calles, de Reyes Heroles, podamos regresar al PRI".
Finalmente, dice, "(decidí hablar) porque yo nunca tuve ningún enfrentamiento con quien llaman o llamaban el jefe (Miguel Ángel Riquelme), fueron cuestiones partidistas y legales; dos, dejar bien claro que no tengo antecedentes penales; tres, que aunque yo no milite en el PRI, soy priista de corazón".
