La mejor columna política de La Laguna, por SinCensura®.
Claudia Sheinbaum Pardo, no solamente es la primera mujer en convertirse en presidenta de México, también ha logrado la mayor legitimidad de toda la historia con poco menos de 36 millones de sufragios que representan casi un 60% del electorado.
El saldo electoral a favor de Morena y el proyecto de Reforma del Estado del presidente Andrés Manuel López Obrador y la ahora presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo colocó a los sectores económicos y financieros de alto nivel y casi todos en áreas especulativas en modo de pánico.
La ofensiva empresarial contra la BMV y el peso, en este contexto, se debe leer como un intento de los grupos de poder económico y financiero que no pudieron impedir el conteo del INE para reconocer la mayoría calificada de Morena y aliados para modificar la Constitución sin ningún acuerdo con los otros partidos opositores, PRI, PAN y PRD.
La presidenta electa Claudia Sheinbaum ofreció al Banco Mundial, al FMI y a la OCDE mantener la colaboración durante su administración. También informó del primer nombramiento de su gabinete: Rogelio Ramírez de la O, actual secretario de Hacienda y Crédito Público, quien se mantendrá en el cargo por tiempo indefinido. Ya tiene una misión: evitar otro “error de diciembre”… o de octubre, más bien. ¿Recuerda usted esa historia?
Ernesto Zedillo había prometido la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a Jaime Serra Puche y le ordenó ponerse de acuerdo con el titular saliente, Pedro Aspe Armella.
El encuentro se rompió poco antes de la medianoche. Un funcionario cercano a Jaime Serra Puche, de nombre Pascual García de Alba, salió y sorprendió a los colaboradores de los dos grupos con una frase todavía recordada: esto es un desmadre, no puede estar así el país… El llamado efecto Tequila del sexenio.
Hoy, ante los temores por las Reformas, hay una tabla de salvación: Rogelio Ramírez de la O, desde ahora, opera para tranquilizar a los mercados, evitar fuga de divisas, el encarecimiento del dólar, la consecuente inflación y hacer una transición tersa en lo económico.
Es la intención, pero los mercados están expectantes sobre el rumbo de la Reforma Judicial, el destino del Estado de Derecho y la pretensión de desaparecer los órganos de contrapeso al gobierno.
Menos, cuando el propio López Obrador la desmiente y asegura que es innegociable el hecho de que los jueces y magistrados sean electos “por el pueblo bueno y sabio’’ por medio del voto directo.
La Casa Blanca, el estado profundo estadounidense, mantendrá el intervencionismo necesario en México para inhibir cualquier emancipación o nacionalismo de riesgo.
El ciclo de López Obrador debe terminar para que Claudia Sheinbaum surja como el nuevo liderazgo del país. Incluso, hay quienes la describen como una especie de Angela Merkel para Latinoamérica.
Los sistemas políticos internacionales ejercerán la presión que a sus intereses convenga, pero, ahora, cabildearán con la nueva titular del Poder Ejecutivo y, ante todo, requieren identificar una certidumbre de la nueva clase política.
En la Cámara de Diputados, si bien la oposición perdió la mayoría en manos de Morena que alcanzó la primera fuerza con 21 millones 920 mil 212 votos, ubicó al PAN como segunda fuerza con 9 millones 284 mil 470 votos y en tercera fuerza al PRI con 6 millones 98 mil 624 votos, en cuarta posición a Movimiento Ciudadano con 5 millones 956 mil 867 votos.
En consecuencia, a Morena le corresponderá abrir el primer año la presidencia de la Cámara de Diputados y compartirá el segundo año para el PAN y el tercero para el PRI. Mientras que, en el Senado, no compartirán la presidencia de la Mesa Directiva, los seis años, como en esta saliente Legislatura. Tienen la mayoría que les da la facultad.
La consejera presidenta del INE, Guadalupe Taddei, anunció que será hasta el 23 de agosto cuando se defina la asignación de legisladores plurinominales del Congreso de la Unión, en un proceso que se hará sin sesgo político.
Esto en un momento en que al terminar los cómputos distritales han dado a los partidos que participaron en la pasada elección del pasado 2 de junio los siguientes números: la alianza entre Morena, el PT y el Partido Verde tendrá 256 diputados de mayoría; la coalición electoral del PAN y PRI se queda con 42 legisladores de mayoría, Movimiento Ciudadano con 1 y hay un candidato independiente que logró llegar a San Lázaro.
En el Senado, la alianza que encabeza Morena tendrá una bancada con 64 escaños, la que hicieron el PAN y el PRI tendrá 30 escaños y Movimiento Ciudadano 2.
Dante Delgado repetirá en el Senado, pero de panzazo. Una rara combinación de resultados permitió que Luis Donaldo Colosio, que se había ido a dormir con resultados adversos en el PREP, despertara como senador después del recuento de las casillas. Colosio quedó a casi siete mil votos del segundo lugar de la oposición y a más de 38 mil votos de los morenos.
La fuerza de Movimiento Ciudadano en los estados de Jalisco y Nuevo León que gobiernan, prácticamente fracasó, en ambos estados perdieron la oportunidad de llegar al Senado como la fórmula ganadora, en ambos fueron rebasados por la oposición.
Sus presiones fueron condicionantes para apoyar en la Cámara Alta a Morena que le faltarían de cuatro a cinco senadores para alcanzar la mayoría calificada de dos tercios y poder aprobar cuanto le vengan en gana. Morena obtendría, con ese apoyo naranja 86 de los 128 senadores que se necesitan.
Todavía falta ver qué resuelve la Sala Regional del Tribunal Electoral, a la que acudirá la oposición para tratar de revertir el recuento que hizo senador a Colosio y resucitó a Dante.
En los círculos políticos ya se habla de cierta intención de “Alito” Moreno de reelegirse como presidente nacional del PRI mediante una reforma exprofeso a los estatutos. Tal vez porque rumbo a la próxima Asamblea Nacional la militancia priista discutirá documentos básicos.
Entonces, los temas relevantes para el priismo serían: primero, la renovación impostergable de la dirigencia nacional del PRI, aunque internamente suenen dos nombres posibles, los diputados Pablo Angulo y Rubén Moreira. En otras palabras: sacar a “Alito” a la de ya, considerando que está por vencer la prórroga de su periodo para el cual fue electo en agosto del 2019. Y en lo sucesivo, realizar trabajo político–social y postular candidaturas competitivas.
Los preparativos de la Asamblea Nacional priista están en marcha. En ellos destacan dos políticos, el presidente de la Fundación Colosio, Samuel Palma, y el presidente del Consejo Político Nacional (CPN), el nonagenario Augusto Gómez Villanueva.
En el 2019, la Comisión Nacional de Procesos Internos del PRI expidió la convocatoria para elegir a la nueva directiva de este partido para el periodo estatutario 2019-2023, por votación directa de la militancia.
Un proceso que inició el 11 de junio y concluyó el 09 de agosto de aquel año, y que parecía sería el inicio del rescate del PRI tras la debacle del 2018 en que por segunda vez perdió la Presidencia de la República; redujo considerablemente sus posiciones en las dos Cámaras, gubernaturas, congresos locales y ayuntamientos.
La cúpula priista, entonces formalmente representada por Claudia Ruiz Massieu como presidenta del PRI nacional –hoy emecista–, ni siquiera permitió la participación del ex gobernador oaxaqueño Ulises Ruiz Ortiz, al establecer una serie de candados para cumplir con los requisitos; más tarde, lo expulsó.
Y en el ejercicio de la presidencia nacional, “Alito” siguió como llegó: simulando y atropellando a cuadros del PRI con la consiguiente dimisión significativa de la propia Claudia Ruiz y de Miguel Ángel Osorio Chong, entre otros.
De la elección presidencial del 2018 a la del 2024, el PRI perdió 1,940,421 votos. Le afectó hasta no llevar candidatura propia; Beatriz Paredes es mejor política que Xóchitl Gálvez.
En cuanto a espacios políticos, al PRI, de las 14 gubernaturas que tenía cuando llegó “Alito”, nada más le quedan 2: Coahuila y Durango.
Aunque el periodo de transición entre un gobierno y otro, todavía faltan más de 180 días para que Román Alberto Cepeda comience su segundo mandato al frente del edificio de la Plaza Mayor.
La reunión del martes con el gobernador Manolo Jiménez Salinas será la primera de varias después del triunfo del torreonense, incluso se abrió la posibilidad de que realicen algunos recorridos juntos, como revisar los avances en obras de infraestructura en marcha.
Lo importante es que concreten acuerdos en beneficio de Torreón. El alcalde, ahora reelecto, hará su parte ratificando a los integrantes del gabinete municipal para que no haya tropiezos. Son, después de todo, gente de su mismo equipo político que compartió la victoria electoral del domingo 2 de junio.
En Coahuila fue particularmente notable la decisión del electorado de hacer un voto diferenciado por partidos políticos rivales.
Los candidatos ganadores de la coalición “Sigamos Haciendo Historia” integrada por Morena, PT y el PVEM, obtuvieron más votos que los candidatos del PRI, lo que tiene a muchos analistas locales perplejos, a pesar de que el voto diferenciado fue un fenómeno que se registró en varios estados, no solo aquí.
Los coahuilenses eligieron a Claudia Sheinbaum como presidenta y también a los legisladores (5 de 8 distritos) de su partido, al final, el famoso “Plan C” si cumplió con las expectativas: Luis Fernando Salazar y Cecilia Guadiana ya recibieron su constancia de mayoría como senadores.
En la Cámara Alta habrá pesos pesados de los partidos, por lo que tiene todo para convertirse en el verdadero epicentro de la contienda política en el país.
Movimiento Ciudadano tendrá ahí a dos de sus principales figuras, ya que Luis Donaldo Colosio y Dante Delgado amarraron escaños. Entre otros que ya están adentro de la casa política de los famosos, hay personajes como Manlio Fabio Beltrones y Miguel Riquelme del tricolor. También van al Senado, porque apartaron sus lugares hace meses, “Alito” Moreno y Marko Cortés que al menos en esto se salieron con la suya.
Desde el 2018, los diputados se pueden reelegir hasta cinco veces (18 años en el cargo, contando su primera elección) y los senadores tres veces.
Esta determinación solo provoca que los políticos a los que su partido de origen no les permitió reelegirse salten a otro en el que seguro tendrán esa oportunidad.
La reelección también limita evidentemente el crecimiento de políticos jóvenes a quienes se les cierran las puertas porque los partidos apuestan más “por la experiencia’’ que por la renovación. Un ejemplo, el caso de Hugo Dávila que por aferrarse aparecer en la boleta electoral truncó las oportunidades de cuadros más jóvenes y menos maleados.
Claudia presentará a su gabinete la próxima semana y sabremos temprano si aplicará la fórmula de López Obrador de “90% de lealtad y 10% de capacidad’’.
Sheinbaum tiene la obligación de elegir a los mejores para las secretarías de Estado y los organismos públicos descentralizados; para el gabinete legal y ampliado.
Y lo tiene que hacer porque, pese a que dijo que recibirá un país con “muy buenas finanzas’’, la realidad es que tendrá un presupuesto acotado por la urgencia de enviar señales de disciplina fiscal y por el compromiso que hizo el secretario de Hacienda de reducir el déficit fiscal a por lo menos el 3% del PIB.
Sheinbaum recibirá una administración diferente, desordenada y muy lejos de cuándo y cuanto conocimos como institucional durante decenios.
Recibirá un sistema de salud en crisis extrema, con la súper farmacia convertida en una caricatura, un sistema educativo igualmente a la deriva, que ha provocado un atraso en el nivel escolar de por lo menos seis años.
Una inseguridad que se apropia de territorios más extensos del país y una crisis en la producción agrícola que obliga al gobierno a comprar granos básicos al extranjero para suplir la caída de la producción nacional.
El país requiere de un gabinete fuerte y preparado, no sólo “comprometido con el movimiento’’. Seguro la próxima presidenta, por su vocación y por su formación académica, tendrá otra visión para la conformación de su gabinete.
Destacable, por cierto, el hecho de que la propia Sheinbaum haya anunciado un debate nacional sobre las Reformas Constitucionales propuestas por López Obrador, sobre todo la reforma al Poder Judicial, antes de que se discuta en el nuevo Congreso. Veremos.
Estamos ante el tema central postelectoral. Tomará su tiempo. Esto no se acaba hasta que se acaba.
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