Hay quien dice que eres de roca, que lo que te digan no te altera. Es una gran ironía, porque a ti todo te afecta, quien tenga un corazón tan frágil como el tuyo.
De alguna manera, todo lo que hagan te perjudica. Cualquier palabra o indirecta te produce un daño que para la otra persona no es nada.
El verdugo es quien te hiere sin piedad ni consideración. Sin embargo, tú no respondes con esa malicia. En cambio, accedes al perdón en ese momento y sin juzgar.
Sería bueno que no sintieras nada, pero de algún modo, si fueras de roca, te evitarías sentirte triste cuando te hieren.