Cuando ya se ha hablado todo y las explicaciones ya se han dado, lo mejor es retirarse y abrir un camino diferente para esas personas.
Porque entre más busques entendimiento, más se pierde uno mismo, y ¿para qué rogar para que te escuchen si al final te van a dejar a un lado?
No somos indispensables para nadie, ni siquiera para nuestra familia.
Es por eso que debemos aprender a confiar en la soledad, ya que vamos a vivir con ella siempre.
Si los problemas los provoca uno mismo, según las personas cercanas a ti, lo mejor es retirarse.
Quizás duela, pero no seguir insistiendo.
A veces, retirarse no significa rendirse, sino reconocer que hay momentos en los que es mejor apartarse para preservar la propia integridad emocional y mental.
Es como dar un paso atrás para poder ver la situación desde una perspectiva más clara y tomar decisiones más acertadas.