Con menos de 10 mil habitantes, Tlahualilo es uno de los 39 municipios del Estado de Durango, con una característica bastante peculiar: tiene una efervescencia política que pocas veces se ve; las tres últimas administraciones locales han pasado de un partido político a otro: del PAN al PRI, y del PRI a MORENA, que actualmente gobierna (es un decir), a través de Judith Rodríguez Olivares.
La actual alcaldesa es sobrina política de Juan Carlos Cázares Sandoval, quien está casado con una hermana de la madre de la presidenta municipal. Era él, quien abanderaba la causa de MORENA en Tlahualilo, sin embargo, el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) de Durango, anuló su candidatura por haber presentado documentación falsa para llevar a cabo su registro, pues no cumplía con el requisito de haber residido al menos cinco años en el municipio.
El IEPC de Durango ya había advertido a Cázares Sandoval sobre la presentación de una constancia apócrifa para cumplir con el requisito de residencia, lo que a la postre le costó que invalidaran su candidatura apenas unos días antes de que se llevaran a cabo las elecciones. En un acto de desesperación, eligió a su sobrina, la ya mencionada Judith Rodríguez Olivares, como su sucesora, quien ganó las elecciones y se convirtió en presidenta municipal sin experiencia política alguna, y con un total desconocimiento de la administración pública.
La novel munícipe, ya en funciones, nombró a su tío “secretario técnico” del ayuntamiento, aunque el puesto ni siquiera existía en el organigrama municipal, ni se sometió a la consideración del cabildo para llevar a cabo su creación. En los hechos, era Cázares Sandoval quien ejercía el poder en Tlahualilo, y hacía y deshacía a su antojo, a tal grado, que llegó a colocar a más de una veintena de familiares en puestos de primer y segundo nivel dentro de la administración, convirtiéndose el orgullo del nepotismo morenista.
Actualmente, el ex “funcionario” municipal se encuentra preso, luego de ser detenido por la Policía Investigadora de Delitos contra la Corrupción, precisamente, por su presunta responsabilidad en el delito del ejercicio indebido del servicio público, al ser el suyo fue un nombramiento “patito”, al no cumplir con las formalidades legales, lo que se traduce en que ejerció en una posición que ni siquiera existía.
De acuerdo con la denuncia en su contra, el ex candidato “se valió de su parentesco con la actual candidata para ejercer funciones sin satisfacer los requisitos legales, en perjuicio de la administración pública del municipio de Tlahualilo”.
No es la primera vez que al ahora detenido estaba en el ojo del huracán, pues ya anteriormente, en diciembre del 2020, había sido investigado por entregar despensas con el logo del gobierno de El Salvador, hechos que fueron denunciados por usuarios del módulo de riego 06, donde afirman que se repartieron más de mil 500 despensas entre los usuarios del módulo con el logo del gobierno del país centroamericano. Por supuesto, nada se investigó y todo quedó en anécdota.
Luego de eso, Juan Carlos “N” volvió a dar de qué hablar cuando su candidatura fue cancelada al comprobarse que falsificó documentos para intentar llegar a la alcaldía de Tlahualilo, y, no conforme con eso, puso a su sobrina como candidata, y, posteriormente, se erigió como el poder tras el trono, y nombró como a María del Refugio Flores Reza, su esposa y tía de la alcaldesa, como presidenta del DIF; su prima, María de Lourdes Olivares, y madre de la presidente municipal, fue nombrada como como subdirectora del mismo. En el DIF también cobra Sarahí Rodríguez Olivares, hermana de la munícipe.
Además, el jefe de cuadrillas de la dirección de obras públicas, Roberto Rodríguez, es papá de la presidenta municipal; como encargado de limpieza del municipio está Raúl Jiménez, cuñado de la presidenta municipal; y la tesorera, Carla Cázares Flores, es hija del detenido Juan Carlos “N” y prima de la presidenta.
¿Quiere más? Pues bien, el director del organismo operador de agua es Ariel Cázares Sandoval, es hermano del ex “secretario técnico”, mientras que como subdirector funge Juan de Dios Cázares, nada más y nada menos que hijo del titular del organismo, el ya mencionado Ariel Cázares. Juan de Dios es también sobrino de Juan Carlos “N” y primo de la presidenta municipal. Que bonita familia. Tristemente, pareciera que en Tlahualilo no pasa nada, pues a pesar de la caída en desgracia del ex “funcionario” municipal, todo sigue igual, y eso es solo la punta del iceberg, pues mención aparte merecen los turbios manejos de las finanzas municipales que podrían tener graves consecuencias en un futuro para la familia más afortunada y feliz de Tlahualilo. Al tiempo.