Expuesto mi corazón en miles de ocasiones al desamor, pero no soporte que me fuera infiel; es cuando he renunciado al amor.
Lo que sí no he logrado que alguien me ame tal como yo amé, algunas de las relaciones no han durado tanto como quisiera.
Sin embargo, no me siento solo, quizás ya no soy el mismo sin sentir que no me urge enamorarme otra vez.
No estoy tan solo, ni se me hace pesada la vida, porque no cargo con tanto rencor hacia ella.
De nada me ha servido quedarme con las amarguras de los amores del ayer. No estoy solo, me acompañará la nostalgia, que es el atardecer de mi vida.