En un mundo que cada vez más está interconectado con las redes sociales, convertida en un arma de doble filo, es la facilidad con la que mentimos.
Se puede considerar que el engaño no es engañar intencionalmente a alguien, sino hacer que cualquiera salga dañado con una mentira...
Esta cadena de falsedades no es un fenómeno nuevo entre la sociedad, pero también puede caer entre los padres e hijos, construyéndose una cadena de mentiras.
Los padres deben ser siempre ese ejemplo de sus hijos para que no se pierdan en un mundo que se rige con falsedades. La importancia de que los padres sean transparentes también con los demás y así verán sus hijos qué clase de padres tienen.
La respuesta radica en la responsabilidad personal y la integridad de cada persona, tiene el deber de cuestionarse él mismo por qué camino irse. ¿Qué puede hacer un individuo para contrarrestar esta marea de falsedad? La respuesta radica en la responsabilidad personal y la integridad.