Los que gozan de mala fama,
aunque aparenten ser buenos,
no consiguen quienes los crean.
Parodiando a Esopo.
Si bien desde la víspera del actual proceso electoral 2023-2024 para la elección de un nuevo ejecutivo federal, se dieron algunos casos aislados de cambio de camiseta en algunos militantes de los partidos políticos con la finalidad de ser tomados en cuenta en el reparto de “huesos”, en los últimos días del año que termina se ha arreciado el “chapulineo”.
Todo mundo sabe que 2024 será un año electoral que en el que se reacomodará el tablero político del país, pues no sólo será el cambio del poder ejecutivo de un nuevo sexenio, puesto que también se renovarán las cámaras de diputados y senadores del Congreso de la Unión, así como nuevos mandatarios de ocho entidades federativas y de la jefatura de la Ciudad de México (CDMX).
El Instituto Nacional Electoral (INE), por acuerdo del Consejo General, dispuso que el pasado 5 de noviembre de 2023 se iniciaran las precampañas para los cargos federales, las que deberán concluir el 3 de enero de 2024. En cambio, las campañas oficiales, que de hecho son continuación de las que ya se realizarán, están programadas del 1 de marzo al 29 de mayo.
En el inter entre el período de precampaña y las campañas oficiales, esto es del 15 al 29 de febrero, cada partido o coalición deben confirmar la participación de sus candidatos, y para entonces se tienen contemplados varios criterios de procedencia, entre ellos la elección de los candidatos de mayoría relativa de cada partido o coalición, que deberán concluir el 24 de enero, así como los de representación proporcional (mejor conocidos como plurinominales), antes del 31 del mismo mes; presentación de plataformas electorales; entrega de la documentación requerida para el registro de candidatos, y en caso de registro supletorio hacerlo ante el Consejo General del INE, a más tardar el 19 de febrero.
En fin, dado lo anterior, no pocos militantes de los diferentes partidos políticos, algunos de ellos de renombre por su participación en importantes cargos, han hecho saber públicamente su decisión de cambiar de bando, para apoyar a quien contenderá en la elección del 2 de junio de 2024.
Mencionaremos en esta ocasión el caso de veinte connotados priístas que decidieron formar el denominado bloque, “Alianza Progresista”, con la finalidad de apoyar la candidatura de Claudia Sheinbaum, del partido Movimiento para la Regeneración Nacional (Morena), “descartando, buscar cargos públicos”, aseguraron.
Se trata de antiguos militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que decidieron renunciar a éste último, entre ellos Eruviel Ávila Villegas, exgobernador del Estado de México (Edomex); Alejandro Murat Hinojosa, exgobernador de Oaxaca; Adrián Ruvalcaba Suárez, alcalde de Cuajimalpa, en la CDMX; los senadores Jorge Carlos Ramírez Marín y Nuvia Mayorga.
Al convocar a rueda de prensa el martes 19 de diciembre de 2023, a fin de dar a conocer que formron en conjunto el bloque denominado “Alianza Progresista”, con la finalidad de apoyar a la morenista, Claudia Sheinbaum, afirmando “no tener la intención de que se nos ofrezca algo, pues sólo queremos trabajar con ella”.
Lo anterior fue dicho por Adrián Ruvalcaba Suárez, quien hace poco renunció al PRI, al no conseguir la candidatura a la jefatura de gobierno de la CDMX por parte de la coalición Frente Amplio, que ahora se identifican de diferente manera: “Fuerza y Corazón por México”.
Alejando Murat Hinojosa, por su parte, renunció al PRI el pasado mes de noviembre en desacuerdo con la supuesta imposición de candidatos por parte de Alejandro (Alito) Moreno Cárdenas, presidente del Revolucionario Institucional. El exgobernador de Oaxaca señaló que los del bloque recién formado, “encontramos simpatía por la propuesta que tiene la doctora Sheinbaum y su plan de transformar a la nación”.
Situación similar fue lo manifestado por Eruviel Avila Villegas, quien en agosto renunció al PRI, junto con los senadores Miguel Ángel Osorio Chong y Claudia Ruiz Massieu, asegurando que no buscan “chambas, ni puestos políticos”.
Es obvio que la finalidad de dichos “chapulines” políticos pretenden se les confiera algún puesto en el futuro gobierno federal, en caso de ganar las elecciones Claudia Sheinbaum, así como lo hacen otros expriístas, quienes se ya se andan promocionando para cargos estatales, legislativos o de administración local en el país. ¿O usted qué opina, amable lector?
¡Hasta la próxima!