Por enésima vez, el proyecto Agua Saludable para La Laguna sufrió modificaciones sobre la marcha, según informó la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), entidad responsable del multimillonario proyecto cuyo objetivo es potabilizar el agua de las presas para consumo humano, ante la escasez que se vive desde hace años en la región.
La fecha límite para concluir con la primera etapa es el próximo 21 de diciembre, por lo que las empresas constructoras que participan en el proyecto trabajan a contrarreloj y haciendo ajuste tras ajuste mientras llevan a cabo la obra, lo que genera dudas sobre la seriedad de un proyecto que es trascendental en el futuro inmediato de una región que se queda rápidamente sin agua.
Varios ambientalistas han señalado la improvisación con que se han manejado desde el principio, pues, por ejemplo, nunca se presentó un proyecto ejecutivo, lo que queda de manifiesto con los múltiples cambios que se han anunciado en los últimos meses. El último cambió que sufrió el proyecto fue la ubicación de los megatanques que almacenarán el agua que luego será introducida a la red de distribución, aunque de acuerdo con las autoridades dicho cambio no influirá en la fecha para entregar la primera etapa en el próximo mes de diciembre.
Al respecto, el activista Juan Carlos Parga Torres, manifestó que los cambios que se han venido haciendo al proyecto obedecen más a “cuestiones políticas, como sucedió con la derivadora, que finalmente estará a siete kilómetros de distancia de la ubicación original, frente al ejido Sapioriz, sin la debida fundamentación técnica y científica de ese cambio.
“El segundo cambio fue la línea de conducción, que muchos dijeron que era mejor por el cauce del río Nazas, que además es territorio federal, y no por medio de ejidos como León Guzmán, y ahora dicen que los megatanques siempre no, que va el agua directo a las líneas de conducción, lo que habla de que hay una gran improvisación en un proyecto que va a costar miles de millones de pesos”.
Todo lo anterior, afirmó Parga Torres, “habla de mucha improvisación, no es un proyecto serio, y en el que mucha gente está metiendo las manos aún y cuando es competencia de la autoridad federal, pero hay muchos intereses políticos y económicos detrás de Agua Saludable para La Laguna”.
De hecho, existen voces más críticas que señalan que se trata de un proyecto “sin pies ni cabeza”, debido al gran número de cambios que se han hecho sobre la marcha y que evidencian que no existe una planeación, algo que pudiera llegar a comprometer seriamente el funcionamiento de la potabilizadora en un futuro, de acuerdo con quienes saben del tema.
En ese sentido, el activista agregó: “es un muy buen proyecto, pero, así como va es difícil creer que le vaya a surtir de agua por lo menos a Torreón, y es un proyecto que va a costar más de mil millones de dólares, un presupuesto que parece que están manejando amateurs, que van improvisando y que demuestran que no tienen idea de lo que están haciendo”.
Añadió: “es una lástima para Torreón, una lástima para la comarca lagunera que nos vengan a pintar la cara y decir que se van a resolver todos nuestros problemas de escasez de agua, porque se trata cuando mucho de buenas intenciones, pero esas no sirven de nada cuando no se tiene el conocimiento, como es en este caso”.
De hecho, explica que existen decisiones que simplemente no se entienden y mucho menos se justifican técnicamente, como lo es el colocar tubería de 1.5m de diámetro para conducir el agua hacia la red general, cuando era más factible utilizar canales encementados y con bóveda (como lo hacen, por ejemplo, en Los Ángeles, CA.), “entonces, no hay proyecto, lo cual es muy preocupante”.
Finalmente, dijo que muy probablemente termine siendo una solución fallida a la escasez de agua en La Laguna, “y no es porque sea pesimista, todos queremos tener agua en nuestras casas en calidad y cantidad suficientes, solo que está hecho con las patas, porque un proyecto de vida lo convirtieron en un proyecto político”, concluyó.