DE NUEVA CUENTA, el gobierno de la mal llamada 4T da una muestra de su falta de sensibilidad. Como mencionamos la semana pasada, los productores de algodón del municipio de San Pedro Coahuila están pasando por una difícil situación. Todo indica que la mala calidad de la semilla que se les vendió, aunado a las elevadas temperaturas que se tuvieron, fueron la causa de la baja producción de algodón que se está teniendo. Se dice, que lo normal es que con la semilla transgénica se tenga una producción de entre cuatro y cinco toneladas de algodón por hectárea, y este año muchos productores tienen cosechas de dos toneladas. La compra de la semilla tiene un seguro que aplica cuando se cosechan menos de tres toneladas con 800 kilos, pero esto no cubre las pérdidas.
Se habla de que son casi 7 mil hectáreas afectadas con una pérdida de 20 mil pesos por hectárea, lo que da una pérdida total de aproximadamente 140 millones de pesos. La cosa es grave y, según se dice, ya se hizo la solicitud de apoyo al gobierno federal y la respuesta fue contundente “no hay ningún fondo en el presupuesto de donde pueda salir un apoyo para salvar de la quiebra de los productores”.
En otros tiempos, el gobierno federal apoyaba algo. Como en el caso del 2014, cuando las lluvias afectaron la producción. En aquel tiempo, el gobierno federal aprobó un fondo de 40 millones y en algo apoyo a los productores de algodón. Pero ahora, en el gobierno de la trasformación del primero los pobres ya están diciendo que no hay nada. Los productores ya fueron con el gobierno del estado y como esta administración ya va saliendo, con lo único que al parecer van a apoyar es con gestionar para que el próximo gobernador apoye a los algodoneros con algo de recursos para que desvaren y barbechen las parcelas, porque si no se hacen esos trabajos sanitarios el año próximo se tendrían graves problemas con las plagas.
Los productores ya están organizados y están también negociando con la trasnacional Bayer, para buscar una compensación por la mala calidad de la semilla. Una demanda de ese tipo es muy costosa y llevará mucho tiempo, por lo que se negocia un acuerdo, pero por lo pronto los campesinos necesitan ayuda y hoy en el gobierno del Peje no hay voluntad para apoyarlos.
La situación es grave, y ya de plano quedaron en el olvido aquellas promesas de Andrés Manuel López Obrador, quien como candidato prometió el oro y el moro con tal de ganar la presidencia de la República, y hoy, todas aquellas promesas resultaron ser un vil engaño. Por eso, resulta difícil entender como a pesar de la falta de sensibilidad y empatía, la popularidad del Pejelagarto sea tan alta. En fin, ahora que según el Peje estamos mejor, resulta que los campesinos están peor, y esto es delicado para un municipio como el nuestro que depende tanto del sector agropecuario…