Bajo la sombra de otros, en silencio me encuentro, pero mis pensamientos son libres como el viento.
No somos inútiles, con manos que creamos, con la mente siempre abierta, aunque el ser reconocido nunca esperamos.
El mundo no es para los débiles, sino para los valientes, que si caemos nos levantamos, porque somos persistentes.
Aquellos que desafían subirse a las montañas, aun así, no se rinden a cualquier obstáculo, no importa si nos dicen que no podemos ascender, porque en cada desafío, encontramos el poder.
Las críticas ajenas, como viento que sopla en vano, nosotros seguimos adelante, sin mirar hacia atrás.
Comienza con retos pequeños, que al cabo tus sueños están en tus manos, con cada paso que des alcanzarás.
No dejes que la envidia de otros opaque tu luz, porque tu éxito, tu esfuerzo, es la mejor virtud.