En el reloj de la vida, el tiempo gira; da vueltas, y nos entrega la verdad.
Son las derrotas, maestras que nos inspiran a mirar de frente la adversidad.
Son los daños punzadas en el alma que nos da la vida.
Así, desmantelando el mundo que conocemos, pero en la herida, hallamos un nuevo plan de vida, donde el sufrir es como el viento que se esparce.
El dolor es el color tristeza en el lienzo de cada persona.
Somos como hojas secas, que rotas por el sendero están.
Cuando el cielo se nubla en su misterio, una mirada sabia, llena de melancolía. Así, en cada tormenta y en cada herida que tengamos en el alma.
La vida es un aprendizaje que se revela con los años, así se llega a tener la sabiduría, no sabemos cuanta vida tengamos, por mientras, hay que disfrutar de ella.