EN VARIAS OCASIONES, hemos comentado en este espacio que lo que estamos viviendo los mexicanos en esta administración federal va a ser un fenómeno muy interesante para ser estudiado por sociólogos, politólogos y demás analistas, porque a pesar de los constantes errores y desvaríos del presidente de la República, sigue teniendo una gran aceptación y popularidad entre la mayoría de los habitantes de este país. En los últimos días, después de la terrible tragedia que viven los pobladores de Acapulco y muchos lugares del estado de Guerrero, en las primeras mediciones hechas, la imagen del Peje sigue en niveles altos para las barbaridades y burradas que acaba de hacer. Tuvo que pasar una semana completa para que se diera a conocer un plan para el rescate y reconstrucción de las zonas devastadas. Sin lugar a dudas, la insensibilidad y la soberbia del señor López ya era conocida por la población en general. El desabasto de medicamentos, la cancelación de muchos programas sociales, el despido de miles de empleados de confianza del gobierno federal, y la cancelación de muchas prestaciones que recibían lo burócratas, fueron muestra de esa soberbia por parte del presidente.
Nosotros aquí en la comarca Lagunera, y en concreto en San Pedro de las colonias, fuimos testigos de cómo al señor le valió gorro cancelar apoyos para el campo y la ganadería. Canceló el seguro popular y dejó a miles sin servicio médico. Cambio las normas de operación del programa para apoyar a los discapacitados y dejó fuera del programa a los discapacitados mayores de 30 años. Al desaparecer el programa oportunidades, dejó a miles de niños sampetrinos sin ningún apoyo para su educación y alimentación. Solo dejó vigentes los programas de adultos mayores, discapacitados menores de 30 años, las becas para estudiantes en edad de votar, y lo del programa de los jóvenes en edad de votar; y en el sector educativo, solo dejó el programa Escuela es nuestra, en el cual, se dan recursos para obras en escuelas que son realizadas sin ninguna revisión técnica ni económica. Todos los programas los manejan con criterios muy electorales.
Desgraciadamente, todo lo que durante 18 años hizo, dijo y crítico contra los gobiernos anteriores, el Pejelagarto lo está haciendo como presidente y, a pesar de todo, sigue siendo un presidente muy popular y goza de una buena imagen ante los ojos de muchos mexicanos que quedaron muy resentidos por los excesos de los pasados gobiernos.
Para la desgracia del Peje, hechos como lo sucedido en Acapulco están poco a poco minando la imagen de abuelito bueno que se formó. Todavía falta ver cómo le va a pegar en su imagen la ineficiente forma de atender la emergencia. López, a pesar de todo, sigue siendo popular hasta hoy, pero quien sabe cómo se vayan a dar las cosas más delante.
CAMBIANDO DE TEMA, en lo electoral hay mucha molestia entre los miembros de Morena porque solo unos cuantos se dieron cuenta que salió la convocatoria para los aspirantes a algún cargo de elección popular, y solo unos cuantos se enteraron de la mentada convocatoria y de que los aspirantes debían hacer un curso, ya sea virtual o presencial. El enojo de muchos es porque solo unos cuantos privilegiados tuvieron la información y pudieron hacer el curso y, según la convocatoria, serán quienes puedan aspirar a ser candidatos. Esa es la misma práctica priista de manipular los procesos internos. No cabe duda que Morena cada vez se parece más al PRI de la época en que Lopitos fue presidente del PRI en Tabasco. Por algo su nombre debería ser más bien el de PRIMOR...