La mejor columna política de La Laguna, por SinCensura.
La transición hacia un gobierno de izquierda, o progresista o con mayor énfasis social, como se quiera definir, de ninguna forma representó un cambio definitivo en las formas tradicionales de hacer política. Las prácticas que como líder opositor Andrés Manuel López Obrador denunció hasta el cansancio y que alimentaron la narrativa que permitió abrirle las puertas del poder, como huésped de Palacio Nacional, las ha perfeccionado y puesto en práctica en cada proceso electoral que ha enfrentado durante su mandato.
Nos referimos claramente al uso de los recursos públicos y del aparato de Estado para beneficiar a una u otro aspirante a un cargo de elección popular que lo ha llevado a formar un bloque gubernamental que se traduce en la consolidación de 23 de las 32 gubernaturas y al menos el 20 por ciento de los 2 mil 470 municipios del país. Hoy esa maquinaria que ha forjado en estos cinco años al frente del Poder Ejecutivo, está totalmente preparada para consumar la continuidad del proyecto obradorista.
El mejor ejemplo de esas prácticas que caracterizaron a los gobiernos del PRI durante muchas décadas se pudo palpar en el reciente proceso interno de Morena para definir a quien será su candidata a la Presidencia de la República en los comicios de junio de 2024.
La prensa internacional comienza a poner bajo la lupa a Claudia Sheinbaum, la candidata de Morena que está en vías de convertirse —sin competencia importante hasta ahora— en presidenta de la República.
Bloomberg, la agencia estadounidense de noticias e información financiera y media bursátil, le ha dedicado un artículo de más de 10 mil palabras titulado “Todo sobre Claudia”: la compara con la Angela Merkel de Latinoamérica.
Pero, la prioridad de Mario Delgado —en este momento— es evitar rupturas. En Durango y Coahuila el partido guinda se quebró. Sus resultados fueron sendas derrotas. Y Sheinbaum no quieren tropezar con la misma piedra.
Los nombres de los aspirantes que serán considerados en las encuestas para alcaldías, diputaciones federales y senadurías —en juego— ya están circulando. Y para evitar que los desplazados se vayan con sus huestes a otro partido, la dirigencia nacional tomara en cuenta a todos los perfiles que deseen registrarse.
La idea es que todos los que se inscriban reciban la oportunidad de competir, siempre y cuando, tome nota, firmen un acuerdo para aceptar los resultados. La ráfaga de encuestas en Morena está a la vuelta de la esquina.
¿Cuál fórmula trae más peso al Senado? Antes de las encuestas que saldrán del “war room” de Claudia, hay solo dos: Luis Fernando Salazar con Tania Flores y la de Lenin Pérez con la maestra Isela Licerio, líder de la sección 38 de maestros. Las demás aspiraciones quedarán en candidaturas a diputaciones federales, como premios de consolación.
Sin embargo, lo que le espera a Sheinbaum será el cielo y el infierno: por el cielo, la unidad morenista; y por el infierno, los golpeteos, la división y las ambiciones personales por encima de cualquier interés partidista.
La realidad es que todas y todos quieren ganar con el efecto de Sheinbaum y la 4T, bajo la premisa de la ola AMLO que llevó a cargos públicos importantes a figuras vacías y sin trayectoria política.
En Coahuila Morena está más fracturado que nunca. Nadie quiere a Mejía Berdeja en la mesa de negociaciones. Previo a la visita de Sheinbaum a Matamoros y San Pedro. Luis Fernando Salazar no se contuvo y le reclamó a Víctor Severo Ortiz Aguilar, el representante de Mejía: “Hechos son amores y no me vengas de que ahora quieren unidad, si nos dividieron, nos agredieron”.
Y es que Mejía envió a Severo Ortiz en señal de reconciliación, pero la afrenta no se le olvida y Luis Fernando se la recordó. La división que propició Mejía fue otro factor que ocasionó la debacle de Morena en la última elección.
Como no se le olvida tampoco al grupo del senador Armando Guadiana, donde su hija Cecilia, tiene amplias posibilidades de ser candidata al Senado, junto a Luis Fernando Salazar. En su última visita a Coahuila, Claudia Sheinbaum visitó en Arteaga el rancho de la familia Guadiana.
Otros que se han deslindado de Mejía son las tribus de Tania Flores, Lenin Pérez, César García, Paloma de los Santos, Alberto Hurtado, Jorge Luis Morán y Shamir Fernández. Y junto a ellos, militantes y dirigentes a quienes llevó al desfiladero con el cuento de que tenía el apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Las tribus de Luis Fernando, Lenin Pérez, Attolini, Paloma y Tania quieren fuera al grupo Guadiana, que pretende la candidatura al Senado para su hija Cecilia. Por su parte, Mejía pretende ir con candidatos del Partido del Trabajo en 22 municipios, pero tiene en su contra a la misma Claudia, que lo calificó de traidor.
Ahora las negociaciones serán a nivel cupular, entre Morena, el Partido del Trabajo, la Unidad Democrática de Coahuila y el Partido Verde Ecologista para designar candidatos. Y por la cúpula morenista entiéndase al “war room” de Sheinbaum.
Quedaron más dudas que respuestas luego de la visita de Sheinbaum este miércoles a La Laguna firmando un pacto de unidad, ¿será verdad la unidad que mostraron sus tribus?
Dicen los que saben que el evento de Sheinbaum ha sido el más desangelado del país. En donde irónicamente se vio de todo, menos unión, más bien fue una gran guerra de egos entre los grupos locales de "izquierda".
Y seguramente la gran desunión que reina entre sus compañeros morenistas provocó el fracaso del tan esperado evento. Mucho ruido y pocas nueces. Es la impresión que se lleva la aspirante presidencial de Morena en Coahuila.
Más allá de cumplir con las metas —de acarreo— los principales actores de la 4T, se preocuparon más por ver qué lugar les tocaba que llevar la gente que se comprometieron, esperaban 10 mil y llegó el 20 por ciento, no se llenó.
La que se llevó los reflectores entre los asistentes —todos le pedían selfies— fue la exregidora de Ramos Arizpe, Claudia Leza Ortega, quien llegó al evento abrazada por el senador Manuel Velasco Coello. De inmediato, se soltó el rumor que será la nueva dirigente estatal del Verde, en sustitución de José Refugio “Cuquis” Sandoval, le van a dar las gracias.
Las travesuras también estuvieron a la orden del día, eso se vio bastante claro al momento de subir a algunos expriístas en la primera fila del templete, mientras que otros izquierdistas de cepa estuvieron hasta mero atrás, y muchos más hasta se quedaron abajo entre el público de a pie, sin ser tomados en cuenta para estar cerca de Sheinbaum.
Y ni se diga del odio que se hizo presente entre los morenistas y los del Partido del Trabajo. A los del Verde se les notaba incómodos, fuera de lugar, y su dirigente estatal sin lugar en el presídium. Lenin Pérez Rivera, de la Unidad Democrática de Coahuila, que presume su cercanía con Claudia, ni siquiera lo subieron al templete.
Además, de los simpatizantes que trataron de llenar el evento, una parte era de las secciones 35 y 38 del Magisterio, a quienes los dejaron faltar a sus chambas con la condición de que fueran al evento.
Muchos fueron los mensajes de ruptura entre quienes quieren representar a la 4T en Coahuila y que, de seguir así, continuarán acumulando más derrotas. La visita de Claudia Sheinbaum sirvió para confirmar una cosa: exhibir debilidad de la izquierda en Coahuila, ¿habrá nuevamente carro completo para el PRI?
Trascendió que la delegada regional de los programas del Bienestar, Cintia Cuevas, va 10 puntos arriba en las encuestas de Torreón, por encima de Shamir Fernández, que se dice, se bajara por repetir por la diputación federal.
En medio de la abundancia de gritos y alborotos de nuestros rituales electorales, hay que insistir en la necesidad de que, como sociedad, tenemos que buscar un acuerdo en lo fundamental.
Hay grupos que no están, ni se sienten representados y pueden tomar el camino del desencanto o la ira contra la política, por ello insistamos: el discurso político debe ser capaz de discutir y acordar nuevos criterios, renovadas visiones que hagan posible retomar un sendero diferente, una verdadera reforma social y política, democrática del Estado.
El INE ordenó a los partidos políticos conceder a mujeres cinco de las nueve candidaturas a gobiernos estatales que se disputarán el próximo año, incluida la Ciudad de México. Eso obligará a un reajuste de las listas de Morena como del “Frente Amplio por México” y provocará cuarteaduras y motines internos.
La paridad de género, para la designación de candidatos, ha metido en serios aprietos a todos los partidos políticos rumbo a las elecciones, al grado de que el INE se ha visto imposibilitado para emitir un acuerdo. El lunes, las comisiones unidas de Prerrogativas y de Igualdad de Género del INE, suspendieron, por presión de los partidos, la sesión en la que resolverían el tema y no saben cuándo la reanudarán.
Ni el “Frente Amplio por México” (PRI, PAN y PRD), ni Morena y sus aliados (PT y PVEM) logran resolver esta ecuación porque tenían previsto nominar más varones que mujeres y ahora no saben cómo salir de lo que consideran un entuerto.
Las fuerzas políticas buscan ganar tiempo para negociar y conciliar intereses, como en el caso del “Frente Amplio por México” porque es fecha en la que sólo tienen definidas dos de las nueve gubernaturas.
Libia Dennise García sería su candidata en Guanajuato, mientras que en Yucatán se perfila también otro panista: Renán Barrera, el actual presidente municipal de Mérida.
En la Ciudad de México, a su vez, existe una fuerte disputa entre el priista Adrián Rubalcava y el blanquiazul Santiago Taboada, con Lía Limón y Cynthia López como bateadoras emergentes. En las otras entidades (Jalisco, Veracruz, Puebla, Tabasco, Chiapas y Morelos) no hay visos de solución. Están completamente hechos bolas.
Pero Morena y aliados no cantan mal las rancheras. Existe un acuerdo preliminar para lanzar mujeres en Jalisco, Yucatán, Guanajuato y Veracruz.
Lo que falta es confirmar los nombres en los primeros estados, mientras que en Veracruz todo apunta a que el espacio está reservado para Rocío Nahle.
Hasta ahí van cuatro lugares para mujeres, en tanto que en Puebla, Tabasco y Chiapas está decidido que sean tres varones.
Sólo resta definir si la quinta candidatura para mujer saldrá de la Ciudad de México o Morelos. Y ahí es donde todo empieza a enredarse de más para Claudia Sheinbaum y Mario Delgado.
En la Ciudad de México, por ejemplo, la disputa real está entre Omar García Harfuch y Clara Brugada, porque, contrario a lo que muchos piensan, no está decidido aún que el candidato sea el extitular de Seguridad.
La exjefa de Gobierno ha puesto mucho empeño para que la designación recaiga en manos de Harfuch, pero la estructura del partido, los sectores y el ala fundacional de Morena se inclinan, poco a poco, por la alcaldesa de Iztapalapa. Y, a ratos, da la impresión de que Omar se está quedando solo.
En Morelos también pasa algo raro: la senadora Lucy Meza, favorita de las encuestas, sufrió un duro descalabro cuando la vincularon con Graco Ramírez y el fiscal del Estado Uriel Carmona, lo que sin duda abrió la puerta a la exdirectora de la Lotería Nacional, Margarita González, y a Rabindranath Salazar, coordinador general de Política y Gobierno de la 4T.
De esta forma, en estas dos entidades, las cosas se complicaron. Sí por las grillas internas, pero más por la posibilidad de que los obliguen a sacrificar a sus favoritos o favoritas.
Y más porque, hasta hace apenas unos días, en los dos bloques de partidos habían pensado postular cinco hombres y cuatro mujeres, a contrapelo de la disposición que está por aprobar la autoridad electoral.
Con la novedad de que un tribunal colegiado en materia penal invalidó la sentencia de Mario Aburto, por lo que podría salir de prisión en marzo de 2024. A ver si, ya libre, cuenta lo que realmente sucedió aquel 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas.
Para algunos militantes priistas, es de llamar la atención la puntualidad con la que podría darse la liberación del asesino confeso del candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio. Mario Aburto quedará libre al cumplir 30 años preso, justo al inicio de las campañas presidenciales. Los priistas consideran que Aburto empezará a declarar verdades a medias y mentiras completas para enturbiar el ambiente político.
Con el asesinato de Luis Donaldo Colosio todo lo bueno del sexenio 1988-1994 quedó enlodado y lo negativo se magnificó. El proyecto acabó hecho trizas.
La rebaja de la condena a Mario Aburto para dejarlo en libertad en marzo próximo salda una deuda que tienen con él los beneficiados por el crimen que cometió contra Luis Donaldo Colosio Murrieta. Con su muerte hubo ganadores y perdedores.
La bala que mató al candidato presidencial del PRI provocó un vuelco de la mayor trascendencia en la ruta que llevaba el país.
Haya sido un lumpen fanatizado por su ansia de fama a cualquier precio (síndrome de Eróstrato), un aventurero reclutado por el narco, o lo que se quiera especular, lo concreto es que Aburto acabó con un equipo político brillante y llevó a México a una profunda crisis económica.
Usted se enteró primero de todo en SinCensura… ¡No olvides seguirnos y compartirla!