Estaba comiendo y de repente percibí un olor peculiar y me hizo recordar a mi abuela materna como si ella estuviera allí.
Según un estudio seudocientífico, revela que los primeros olores de la infancia ocupan un lugar privilegiado en el cerebro, lo que explica por qué la memoria olfativa puede llegar a ser tan vívida.
Las primeras asociaciones olfativas y las posteriores se graban con igual intensidad, hay una memoria especial la primera vez que olemos algo, que se crea en nuestro cerebro.
Los olores que tuviste cuando eras niño son un privilegio, pero también se sabe cómo funciona el olfato y que puede ayudar a borrar recuerdos traumáticos de la niñez.
Esto es muy interesante, lo que respecta a nuestro cerebro y cómo puede guardar en nuestra memoria cosas de nuestra niñez, como, por ejemplo, lápices de colores, nuestra comida favorita de niños, el césped recién cortado en verano, la habitación de los abuelos. Los olores de la infancia habitan en nuestro cerebro y son como puertas entre abiertas al pasado, los psicólogos lo nombran "Flashbacks fragantes" y vienen a demostrarnos la íntima relación que existe entre la memoria y el olfato.