La mejor columna política de La Laguna, por SinCensura.

El reto mayor para los partidos opositores del PRI, PAN y PRD, reunidos en el autodenominado “Frente Amplio Por México”, no es ganar la Presidencia de la República, lo cual a estas alturas es imposible. El logro político rumbo a las elecciones de 2024 será mantenerse unidos y mediante fórmulas electorales a modo conservar solamente el registro como partidos y su financiamiento público.

Además, tener que soportar como máximo dirigente a un grupo de empresarios encabezado por Claudio X. González, pues al no contar ya con militantes se han tenido que refugiar en los brazos de un grupo de académicos y ex funcionarios electorales afines a los intereses del PRI o del PAN. Los panistas-yunquistas no han aprendido la lección y quieren, a pesar de su fracaso estrepitoso en los comicios recientes, mantenerse a toda costa en el escenario del poder. 

En el caso del viejo partido de Estado, el PRI, sufre la agonía del poder. Condicionado toda su vida a depender del Ejecutivo federal en turno, del erario federal, estatal y municipal, y del corporativismo sindical, no se ha podido sobreponer a las múltiples derrotas electorales que le han ocasionado la pérdida de territorios, militantes y presupuestos.

En ese contexto, estaba reconocido en el PRI que sus órganos ejecutivos presentaran su renuncia ante la Asamblea Nacional al cumplir su periodo de mandato o lo que fue más evidente desde el año 2000, si sucedían derrotas, el primero que se iba era el líder nacional. “Alito” Moreno no sólo no salió de la dirigencia, sino que prorrogó su mandato hasta el 2024.

El aval del Tribunal Electoral de la Federación al Consejo Político Nacional, órgano secundario que pasó por encima de la Asamblea Nacional del propio partido no sólo modificó los estatutos para permitir a “Alito Moreno” —la peor dirigencia de la historia, que hizo pedazos al partido— extender su dirigencia, sino que se le autorizó, además, a formalizar alianzas electorales con otros partidos.

Sí, el PRI perdió entre 2019 y 2023 en total 21 de 23 gubernaturas, así como 2 mil 50 presidencias municipales, la prórroga del mandato de su actual dirigente ocasionó hace poco la renuncia al tricolor de algunos senadores y 250 ex legisladores, ex alcaldes y ex dirigentes locales.

La única pista favorable a los intereses del PRI en el Frente Amplio Opositor es conseguir, si no la candidatura presidencial, sí el mayor número de las posiciones estratégicas en el próximo Congreso: Senado y Cámara de Diputados. La disputa por candidaturas entre lo poco que queda de la militancia priísta con los empresarios que dirigen el bloque opositor y los acomodadizos académicos y ex funcionarios electorales será todo un acontecimiento político.

El PRD, ese partido que alguna vez representó a amplios sectores de la sociedad mexicana y combatió dignamente a sus aliados de hoy, ya no tiene ninguna influencia. Carece de todo aquello que acompaña a un partido político. Hasta sus fundadores se fueron.

Miles de políticos que tradicionalmente o por conveniencia económica buscaban puestos de elección popular vía el PRI, hoy deshojan la margarita. Aparecer en las listas para buscar regidurías, sindicaturas, presidencias municipales, diputaciones y senadurías por el PRI se convierte en un arma de dos filos.

Por un lado, se antoja sencillo conseguir el boleto para participar, porque las posibilidades de triunfo del Revolucionario Institucional son casi nulas a lo largo y ancho de la geografía nacional. Hace unos años, había entusiasmo, infraestructura, maquinaria, movilización y dinero. Hoy solamente quedan heridas y centenas de personas que se las lamen.

Por otro lado, si se consolida el Frente Amplio Opositor, las posibilidades se disminuyen aún más, ya que se pelearían primero con los panistas y algunos perredistas que aún tienen fuerza en aquellos pueblos, y después la batalla constitucional.

Por si fuera poco, el fantasma del rompimiento entre el PAN y el PRI pone en jaque a los tricolores, y los arrincona a una situación de hasta perder el registro en las próximas elecciones de 2024.

No quieren dejar de vender pintura, de rentar autos, de servir comidas; de ofrecer toda clase de servicios a los gobiernos locales, y mucho menos de perder sus privilegios que han disfrutado por años.

¿Y por qué no cambiar de bando? Ya se dieron cuenta durante 5 años que nadie les hizo caso, que sus liderazgos locales y nacionales son menos que nada, y que a unos cuantos meses de entregarle las listas oficiales a los organismos electorales locales y al INE, están más desorganizados que nunca.

No duden que muchos todavía priistas se vendan al mejor postor: los gobernadores dueños de los contratos y que ahora necesitan de la movilización de esos tricolores que saben ganar campañas, pueden ser muy útiles en estos tiempos.

Así es. Los 23 gobernadores de Morena querrán ganar sus espacios locales y federales en 2024 y por qué no hacer alianza con los huérfanos priistas que están desperdiciados, olvidados y ninguneados a lo largo de todo el país.

Es decir, en esa deshojada de margarita, va ganando que el gobernador de Morena le dé entrada, bajo sus condiciones, a los priistas útiles; o, dicho de otra manera, que el tricolor que tiene mucho que venderle a cualquiera de los 23 gobernadores de la 4T les ofrezca sus servicios, como ganar elecciones y después seguir como proveedores locales.

¿Acaso el dinero y los contratos tienen ideología? Que a nadie le sorprenda que miles de priistas, le digan adiós al partido que los encumbró, y que en respuesta a los pésimos oficios de “Alito” Moreno, ahora trabajen y se beneficien de los gobiernos que comanda Andrés Manuel López Obrador. Ya verán las listas.

Después de la pérdida de la gubernatura del Estado de México, el PRI entró en un achicamiento evidente que no le está aportando votos ni bases a la coalición opositora, además de que la dirigencia de “Alito” Moreno ha provocado la salida o el deslindamiento de priistas por los mensajes de que el reparto de posiciones plurinominales será menor y estará decidido por el voluntarismo de su presidente nacional.

Y aunque la coalición opositora ya fue registrada en el INE solo para efectos de la elección del líder del “Frente Amplio Por México”, la corriente dominante de Claudio X. González se está jugando el todo por el todo a favor de la figura mediática y contestataria de la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz, dejando muy atrás a otras dos menguadas figuras: Beatriz Paredes Rangel y Santiago Creel Miranda.

En lo que va del mes de agosto, el bloque intelectual del “Frente Amplio Por México” insistió de manera concertada en señalar que Movimiento Ciudadano sólo valía, cuando mucho, 8 puntos porcentuales y que esa cifra no le ayudaría al partido encontrar un mejor posicionamiento político por sí mismo.

En tanto que MC podría aumentar en más de 8% su aportación a la coalición opositora porque podría jalar a su favor a votantes indecisos o ciudadanos que no se acercarían al bloque opositor en tanto el PRI estuviera en la alianza.

Como dato adicional, algunos analistas cercanos del bloque intelectual están utilizando la argumentación de que el PRI no es un aliado confiable y que podría estar en conversaciones secretas con Morena.

Además de los indicios de que muchos priistas no están convencidos de articular al PRI a un bloque opositor de ultraderecha dominado por los intereses empresariales de Claudio X. González, la alianza del PAN con el ultraderechista Vox-Yunque de España y evidencias del adelgazamiento del PRD a su mínima expresión por la entrega del partido nacido de la alianza de grupos cardenistas-comunistas en 1989 y su nueva ideología “chuchista” de muy evidente filiación neoliberal-salinista.

Las sorpresivas críticas de Claudio X. González contra el PRI fueron entendidas por el grupo dominante de “Alito” Moreno como una llamada de atención de que se estaría replanteando la coalición opositora para sustituir al PRI por MC, sobre todo porque no hay mucha diferencia en votos entre los dos partidos, porque la organización de Dante Delgado tiene dos muy sólidas gubernaturas que puede refrendar y que sigue el trasiego de priistas progresistas —que todavía existen— del PRI a MC.

A lo largo de casi cuatro años de diálogos intermitentes, “Alito” Moreno había respetado al pie de la letra uno de los acuerdos fundacionales de “Sí Por México”, el mecanismo de concertación que involucra a las organizaciones de la sociedad civil con los partidos políticos en un Frente Amplio Opositor a Morena: arreglar cualquier desavenencia en privado.

Pero la declaración coyuntural de Claudio X. González puso a la defensiva al líder nacional del PRI: “Morena no nada más está repleta de ex priistas”, criticó el ex presidente de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad: “es la peor versión del PRI”.

“Tu comparación es pendenciera y muy desafortunada”, reclamó “Alito” Moreno en sus redes sociales. Una semana antes, el ex gobernador de Campeche había afrontado una nueva andanada judicial —un cateo en un conjunto residencial del que es vecino— sin que sus compañeros del “Frente Amplio Por México” tuvieran expresiones solidarias.

Falta 14 días para que quede definida la elección del coordinador o coordinadora del “Frente Amplio Por México”. Casi de inmediato se materializará el nuevo terreno de la disputa entre los aliados: la definición de las candidaturas para el nuevo Congreso —Cámara de Diputados y Senado—, así como las nueve gubernaturas que también estarán en juego en el 2024.

Pero en Morena, no se quedan atrás, ha habido de todo: jaloneos, dudas y hasta ajustes de cuentas. El e xsecretario de Gobernación, Adán Augusto López, está en tercer lugar en todas las encuestas dentro de la 4T. Muy poco se ha movido desde que comenzó el proceso interno.

A 17 días de la encuesta que definirá al virtual candidato o candidata presidencial de Morena, solo un milagro lo haría ganar el proceso, pero eso no implica que vaya a perderlo todo. Al contrario. En su círculo más cercano cada vez son más las voces que cuentan sobre el buen ánimo del ex titular de Bucareli. 

No solo anda de buenas, el proceso le sirvió para mostrar músculo. Tiene casi 150 asambleas informativas —mítines de campaña— reuniendo a miles, estiman más de un millón de personas en las reuniones, con lo que eso implica: estructura, recursos y capacidad de movilización.

Tiene, además, un muy robusto equipo, y cuenta con representantes estatales en territorio esté o no esté él. Todo eso cuesta. El dinero no ha faltado en esa campaña. Es el aspirante que más anuncios espectaculares ha colocado, y —presumen los suyos— la mayoría de los gobernadores —más que a Sheinbaum— lo apoyan.

¿Por qué invertir tanto en un proceso que no ganará? ¿De dónde tantos apoyos? ¿Quién apostaría a quien va en tercero en las preferencias? ¿Para qué ese músculo?

En realidad, Adán Augusto caerá parado. Si bien no obtendrá la candidatura, su proyecto es encabezar Morena. Convertirse en los ojos, oídos y boca del presidente Andrés Manuel López Obrador cuando deje de serlo. Ser el custodio del legado, del testamento de la 4T. Ah, y palomear e influir en la definición de miles de cargos de elección popular.

El ex secretario va por el partido, y podría dirigirlo muy pronto. El próximo 6 de septiembre, cuando se anuncie quién ganó el proceso, Mario Delgado, presidente de Morena, podría separarse del cargo. Él tiene su propia aspiración —que apunta a la CDMX, aunque lo apresurado de los tiempos podrían conducirlo al Legislativo—, y dejaría la dirigencia en septiembre mismo.

Adán Augusto podría convertirse en el dirigente del partido, con la anuencia del presidente Andrés Manuel López Obrador, claro. Primero, de manera interina, para concluir el proceso de Mario Delgado que se prolongó hasta febrero de 2024, después podría ser elegido. Con eso, habría ganado un enorme margen de maniobra y poder: llevar mano en la definición de candidaturas a gubernaturas —nueve, incluida la Jefatura de Gobierno de la CDMX—, senado, diputados, alcaldías, nada mal.

Cada vez crece más la idea de que Marcelo Ebrard romperá con Morena y buscará la candidatura presidencial por Movimiento Ciudadano. Sus declaraciones acerca de las irregularidades de la encuesta, son muestra de ello. Lo haría, sin embargo, mediante un acuerdo con el presidente Andrés Manuel López Obrador y el emecista Dante Delgado, para que de esa forma se fragmente la oposición y la 4T cuente con dos candidatos presidenciales.

Este escenario forma parte del mar de especulaciones e hipótesis que los protagonistas de la historia, pareciera, han dejado crecer sin desmentir del todo. Pero hay elementos que refuerzan esa creencia por así convenir a los intereses de los involucrados.

En los siguientes meses, los grupos políticos al interior del Estado de Coahuila, entrarán en una vorágine que los llevará a definir a las y los candidatos que participaran en el proceso electoral de 2024.

Se dice en pasillos del PRI, que se encuentra todo listo para que una vez que Manolo Jiménez Salinas asuma el cargo de gobernador constitucional en diciembre. La dirigencia encabezada por Don Carlos Robles Loustaunau dará luz verde para que el Consejo Político Estatal apruebe la convocatoria para la designación —por unidad— de candidatas y candidatos a senadores, diputados federales, alcaldes, regidores y síndicos.

¿Será todo miel sobre hojuelas? Seguro no. Habrá jaloneos, dudas, reclamos y, posiblemente, hasta rupturas internas, pero nada que no hayamos visto en el pasado. Lo único que podría afectarlo sería que algunos actores políticos abandonaran al PRI y se fuesen a Morena buscando mejores oportunidades. Ojalá y no ocurra.

Antes de entrar al jaloneo político provocado por la disputa de los cargos de elección que se elegirán en el 2024. Es necesario hagamos un recuento de la histórica política de Coahuila, en los últimos 30 años, para comprender lo que se viene.

1993. El ex gobernador Don Eliseo Mendoza Berrueto le entrega la gubernatura al Dr. Rogelio Montemayor Seguy. Y en 1994, éste último, designa como candidatos a senadores a dos de sus amigos laguneros: al ex rector de la UAdeC, Melchor De Los Santos Ordóñez —también, amigo cercano a Luis Donaldo Colosio Murrieta—, y al ex diputado federal Francisco José “Paco” Dávila Rodríguez.

1999. El ex gobernador Rogelio Montemayor Seguy le entrega la estafeta a Enrique Martínez y Martínez. Y en el 2000, el saltillense Alejandro Gutiérrez Gutiérrez y el empresario lechero de La Laguna, Jesús Raúl “El Chamuco” Villarreal González, se eligen como candidatos a senadores.

Alejandro Gutiérrez Gutiérrez fue presidente estatal del PRI (1997-1998), y en 1999 fue precandidato a la gubernatura en la elección interna; declinó a favor de Enrique Martínez y Martínez quien resultó triunfador.

2005. El ex gobernador Enrique Martínez y Martínez le entrega el poder al Prof. Humberto Moreira Valdez. En el 2007, el ex presidente municipal de Acuña, Jesús María “Chuy María” Ramón Valdés, y el ex presidente municipal de Torreón, Salomón Juan Marcos Issa, fueron designados candidatos a senadores.

Chuy María Ramón fue precandidato a la gubernatura en la elección interna de 2005; declinando a favor del Prof. Humberto Moreira Valdez quien resultó electo. Y Jorge Juan Torres López fue gobernador interino del 4 de enero de 2011 hasta el 1° de diciembre de 2011.

2011. El ex gobernador interino Jorge Juan Torres López le entrega el Estado al Prof. Rubén Moreira Valdez. Y en 2012, el ex presidente municipal de Torreón, Braulio Manuel Fernández Aguirre, y la ex diputada federal Hilda Flores Escalera se convierten en candidatos a senadores.

Sin embargo, Tereso Medina Ramírez suple a Braulio Manuel Fernández Aguirre por su descenso (2015-2018). En el caso de Hilda Flores Escalera, quien pierde la elección por ir en segunda posición de la fórmula, se logra colar al Senado por la vía plurinominal gracias a la recién estrenada cuota de género —Sentencia SUP-JDC-12624/2011— y de que Rubén Moreira Valdez logra desbancar de esa posición plurinominal de la segunda circunscripción, al neolonés Jorge Mendoza Garza, ex vicepresidente de Información y Asuntos Públicos de Televisión Azteca-Grupo Salinas.

2017. El ex gobernador Rubén Moreira Valdez le entrega el actual gobierno estatal al Ing. Miguel Ángel Riquelme Solís. Y en 2018, la ex diputada local Verónica Martínez García, y el ex presidente municipal de Saltillo y ex diputado federal Jericó Abramo Masso, son designados candidatos de fórmula al Senado de la República. Sin embargo, tras perder la elección, Verónica Martínez García se convierte en senadora de primera minoría.

2023. El próximo 1° de diciembre, el gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís va a entregar la gubernatura al saltillense Manolo Jiménez Salinas, quien logra una contundente victoria con el 57% de la votación, que en números redondos son 765 mil votos. No es cosa menor que Jericó Abramo Masso haya levantado la mano como precandidato a la gubernatura en este proceso; sin embargo, congruente con su compromiso por la unidad partidista, declinó a favor de Manolo Jiménez Salinas quien resultó el gran triunfador.

En este contexto, en círculos cercanos al núcleo de poder, se especulan los nombres de quienes pudieran participar como candidatos a senadores en 2024. Sin duda alguna, Jericó Abramo Masso, es uno de ellos, y otra con posibilidades reales es la monclovense y actual diputada federal Cristina Amezcua González. En este escenario hipotético, quien pierde toda oportunidad de reelegirse es la senadora Verónica Martínez García, de quien se dice iría por una diputación federal, o bien, algún espacio en el gabinete de Manolo Jiménez Salinas. 

Por otro lado, ya comienza a evaluarse la posibilidad de que el gobernador Miguel Riquelme, una vez que haya concluido su mandato, se convierta en senador de la República por la vía plurinominal. De confirmarse esto, Riquelme rompería con la racha histórica de que los gobernadores salientes ni ocupan ni compiten en una elección inmediata a su mandato.

Esto significa que, de acuerdo con las encuestas nacionales, Miguel Riquelme no solo es el gobernador priista mejor evaluado de México, sino que, además, sobresale como el estratega político que ha derrotado a Morena en todos los procesos locales disputados en Coahuila.

Caso contrario a lo que sucede con el ex gobernador Rubén Moreira que junto con “Alito” Moreno, prácticamente, han perdido todas las elecciones desde el 2019, en total 21 de 23 gubernaturas, desde que tienen secuestrado al PRI.

No es un secreto para nadie que el liderazgo político de Miguel Riquelme ha superado cualquier expectativa de propios y extraños; su talento para ganar procesos electorales nadie lo supera. Si alguien le entiende a la política es precisamente Riquelme.

Pero el éxito de su gobierno no solo consiste en haber domado la pandemia del COVID-19 y la atracción de inversiones —y de empleos— como nunca se ha visto en Coahuila. Lo ha sido devolverle la tranquilidad y la paz social a las familias coahuilenses que durante más de una década vivieron los peores momentos de inseguridad como los que hoy padecen los estados gobernados por Morena.

Al margen de los resultados del gobierno federal —“si es que alguno hubiera”— en materia de seguridad pública. El nivel del blindaje de la seguridad que hoy tiene Coahuila, así como la capacidad de reacción y fuerza de sus policías estatales para impedir que los grupos delictivos regresen al Estado, ha sido reconocido por el propio presidente Andrés Manuel López Obrador y por las Fuerzas Armadas de México.

En ese sentido, el gobernador electo Manolo Jiménez Salinas, deberá procurar junto con su equipo de gobierno, con especial atención que no se rompa el equilibrio de la seguridad ciudadana pero tampoco el político. Esa es la meta de.

A nadie le queda duda de que Miguel Riquelme será un digno representante de los coahuilenses en la próxima legislatura del Senado de la República. Esto es cierto, porque, sus políticas públicas en materia de seguridad, hoy, son un ejemplo nacional para la construcción de consensos legislativos que permiten garantizar la paz social en medio de la ola de violencia que atraviesa el país. México se ha convertido en un polvorín y eso se debe, en gran medida, a la indiferencia política e insensibilidad social de “ya sabes quién”.

En otro frente, Manolo Jiménez Salinas y su equipo de transición están trabajando a paso veloz en las mesas ejecutivas para arrancar, desde el primer día de su gobierno, con programas sociales y obras en todas las regiones del Estado.

También, llamó la atención de que Manolo Jiménez Salinas haya cambio el formato de sus reuniones con las estructuras sociales. En Torreón, la semana pasada, se reunió con liderazgos de colonias y ejidos, estuvieron presentes el alcalde Román Alberto Cepeda, el Clan de Mario Cepeda Ramírez, la senadora Verónica Martínez García y los diputados Hugo Dávila y Olivia Martínez Leyva. Y en Saltillo, el lunes, con el mismo formato se reunió con el alcalde Chema Frausto Siller, los diputados federales Jericó Abramo Masso y Jaime Bueno, el diputado local Álvaro Moreira y el presidente estatal del PRI, Don Carlos Robles Loustaunau.

En Torreón, está más que cantado el tiro por la alcaldía entre Román Alberto Cepeda y Xavier Herrera Arroyo. El factor “X” es la continuación del impulso ciudadano. La percepción política es que Xavier Herrera es el único que puede ganarle de calle a Luis Fernando Salazar, el más posible candidato por Morena. Lo anterior, se afirma a partir de la presunción de que Román Alberto Cepeda no ha tenido la mínima capacidad de contestar, o bien, revertir los señalamientos de Luis Fernando Salazar por las irregularidades exhibidas en el rastro municipal por el manejo de aguas residuales.

Y que lo único que ha evolucionado en el último mes, es una mayor división por el control del territorio político, la base de la estructura social. El primer bloque lo encabeza Román Alberto Cepeda, apoyado de la senadora Verónica Martínez García y el diputado local Hugo Dávila Prado. El segundo bloque lo representa el propio Xavier Herrera Arroyo, el regidor Omar Morales, esposo de la diputada local y secretaria general del PRI Coahuila, Olivia Martínez Leyva, el empresario lagunero José Antonio Safa Serrato, el reconocido notario público Ricardo Delgado Robles. Y recientemente, se ha viralizado en las redes sociales, imágenes de Xavier Herrera donde se le ha visto muy relajado reuniéndose en privado con la maestra Mary Telma Guajardo y Elisa Maldonado Luna, dirigentes estatales del PRD y el PAN, respectivamente. Al tiempo…

Aunque el gobernador electo de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas, no ha dado pistas acerca de la integración de su gabinete, se ha comenzado a filtrar una supuesta lista de quiénes serían las mujeres y los hombres que la acompañarían en el inicio de su gobierno. Falta poco para que se dé a conocer los nombres de quienes conformarán el gabinete, por lo pronto pone a muchos nerviosos. ¿Será?

Desde aquí le enviamos nuestro sincero y respetuoso pésame a la familia Anaya Llamas, por el sensible fallecimiento de la señora Soledad Llamas Alatorre, madre de nuestro amigo José Guillermo Anaya Llamas. Hacemos votos para que su familia y amigos alcancen pronta resignación. QEPD. Como siempre es un placer, nos leemos en la próxima… ¡no olvides compartirla!