Tw: @DanielaCarlos
Seguramente usted ha escuchado hablar de la responsabilidad afectiva y del famoso gaslighting, un término popular hoy en día. Lo que usted conocía como el: “Se fue por cigarros y ya no volvió”, es en gran medida lo que conocemos como ghosting.
Usted se estará preguntando, en qué consisten estos términos. Bueno, para llegar a comprender qué es la responsabilidad afectiva, tendremos que explicar entonces, qué es el ghosting y el gaslighting.
El ghosting, es la acción de cortar todo tipo de comunicación con otra persona. Es decir, desaparecer sin avisar, y sin dar ningún tipo de explicación, de un día para otro, igual que un fantasma. Esto aplica de igual manera para hombres y mujeres.
Por su parte, el gaslighting, es un tipo de manipulación o abuso emocional, ejercido hacia otra persona, por lo regular por personalidades del tipo narcisistas y sociópatas. Lo que hacen, es hacer dudar a la otra persona de su juicio y razón, por medio de un tiempo considerable de desacreditación hacia sus percepciones y recuerdos. En otras palabras, es hacer sentir a la otra persona que está loca, o que es muy intenso o tóxica.
Aunque esto es muy común en las parejas, también se puede dar en otro tipo de relaciones como familiares o laborales. Lo más grave es que las víctimas de este tipo de abuso empiezan a dudar de sí mismos y de su propia realidad, creyendo completamente lo que la otra persona dice. Esto genera mucha inseguridad, confusión, incertidumbre y ansiedad.
Usted se preguntará, ¿es este un tema de moda? Siento decirle que estos comportamientos, han existido siempre, sin embargo, debido a que en redes sociales se ha visibilizado muchos comportamientos abusivos, como parte de los temas de salud mental. Esto detonó en que se volviera viral el término “responsabilidad afectiva”, que se entiende como el acto de tomar en cuenta las emociones de los demás, a sabiendas de que nuestro comportamiento tiene consecuencias negativas o positivas en las personas con las que nos relacionamos. Una buena y sana relación, estará basada en el respeto mutuo, la comunicación, la empatía y la sinceridad, sea esta, del tipo que sea.
Así que, en resumen, la responsabilidad afectiva no es un término nuevo, ni es algo que esté de moda y sea pasajero, sino que es una consecuencia del aumento de conciencia colectiva acerca de la importancia de las relaciones sanas y la comunicación efectiva y sobre todo afectiva. Esto es más un tema de sentido común, que de obligación.
Anteriormente la gente también desaparecía sin dar explicaciones, sin embargo esto ha ido aumentando año con año, por la falta de conciencia social y emocional de las personas. En estos tiempos, donde se usan las redes de citas para conocer a gente de manera casual, junto con la cosificación de las personas, es como si compraras un producto, que al ya no necesitarlo lo botas. Si la persona ghosteada se molesta o reclama, la otra persona podría decir: “ves, eres muy intensa”, “eres muy emocional” o “yo no quería nada serio, tú te confundiste”.
No le cuesta nada ser honesto y decir las cosas como son, está usted interesado dígalo, si ya no lo está, dígalo también, pero no cree falsas expectativas o ilusiones, si no planea hacerse responsable de sus actos y menos sin tomar en cuenta los sentimientos de los demás. Mejor deje un bonito recuerdo, un gesto amable y un buen adiós.
“Tienes derecho a irte de donde no quieres estar, solo ten la cortesía de avisar primero.” Y para qué son las alas, sino más que para volar...