La mejor columna política de La Laguna, por SinCensura.
Al inicio de cualquier campaña electoral, los “war rooms” (cuartos de guerra políticos) tienen que saber cómo se encuentran variables críticas para calcular la probabilidad de triunfo. La primera, el nivel de aprobación de la gestión del gobierno actual. La segunda, es el apoyo y coordinación del gobierno en turno y el candidato oficial.
Las probabilidades de ganar de un candidato oficial son altas si existe una buena gestión del gobierno en turno de su partido. Además, si el candidato oficial tiene un alto y buen reconocimiento público y cuenta con el apoyo político del gobernador, su probabilidad de triunfo aumenta.
También existen otras tres variables relacionadas. La estructura partidista local y los recursos financieros. Estas dos variables son fundamentales en procesos altamente competitivos. La tercera variable política es la buena coordinación entre gobierno, partido en el gobierno y equipo de campaña. Las divisiones políticas pueden ser capitalizadas por la oposición.
Finalmente, factores socio-económicos, políticos y seguridad inciden en el último escalón de la probabilidad de triunfo. A esta última variable se le ha llamado de distintas maneras: ánimo social, hartazgo o exigencia de cambio. Aquí inciden variables políticas como corrupción, impunidad, escándalos, crisis económicas, desempleo, violencia e inseguridad.
Tomando en cuenta estas variables podemos analizar el escenario político-electoral en Coahuila.
Gestión de gobierno: Según el último ranking de Consulta Mitofsky, el gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís es el mejor posicionado del país con una aprobación del 63%.
Candidatos: Según la encuesta de Consulta Mitofsky (abril 2023), el candidato del PRI-PAN-PRD, Manolo Jiménez, tiene 41% de las preferencias, seguido del morenista Armando Guadiana, que logra 28%, el exmorenista Ricardo Mejía, divide el voto de la izquierda con 10% para el PT, y en último lugar está Lenin Pérez, de la coalición UDC-PVEM con 7%. La encuesta señala un porcentaje muy bajo de indecisos con solo un 10%.
Variables políticas: Manolo Jiménez cuenta con todo el apoyo del gobernador Miguel Riquelme, fue su secretario de Inclusión y Desarrollo Social desde 2022. También cuenta con el apoyo de la dirigencia nacional del PRI de “Alito” Moreno, y de personajes como Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón.
Seguridad e impunidad: Aquí hay resultados ejemplares. El gobierno de Miguel Riquelme pasó del sexto al tercer nivel nacional con los más bajos niveles de percepción de inseguridad. Redujo en seis puntos porcentuales los niveles de percepción de inseguridad al 50.4% (ENVIPE-INEGI 2022), el tercer lugar más bajo nacional. El salto más espectacular lo dio en la reducción de la impunidad al pasar del lugar 29 al 8 según el ranking del IGI-UDLAP (2022).
La seguridad que fue uno de los grandes problemas a lo largo de años se ha mitigado. Los grupos delictivos acabaron con la tranquilidad ciudadana y se fueron apoderando poco a poco del territorio coahuilense. Aunque estos grupos delincuenciales siguen rondando zonas del país, es evidente que en Coahuila no se pueden mover como lo hacían cuando provocaron descomunal tragedia en Allende.
La popularidad que tiene el gobernador Miguel Riquelme ha sido una constante. Una de las razones es que entendió todos los errores y abusos priistas y que ha logrado romper con el “moreirato”, a lo que se suma que los hermanos Moreira están totalmente distanciados.
El gobernador se hizo a un lado de las herencias priistas para gobernar ajeno a lo que se vivió en Coahuila. En la cotidianidad se dice que Miguel Riquelme podría sentarse en cualquier restaurante cuando acabe su mandato sin que sea repudiado, lo cual ninguno de los Moreira podría hacer.
El primer debate entre candidatos al gobierno de Coahuila, quedó mucho a deber. Destacó el desempeño de los moderadores, los periodistas Sandra Romandía, quien hizo preguntas incómodas y replicó al no obtener las respuestas satisfactorias, y Javier Solórzano, que debió poner orden en el auditorio, porque claramente se habían colado las porras de los candidatos.
Durante el primer debate celebrado en el teatro Nazas de Torreón, los aspirantes del PT, Ricardo “La Garrita” Mejía, y de Morena, Armando Guadiana, fueron insistentes en querer provocar al candidato de la “Alianza Ciudadana por la Seguridad”, integrada por PRI, PAN y PRD, Manolo Jiménez, quien les respondió con claridad y firmeza: los coahuilenses esperan de esta campaña propuestas que vengan a darle respuestas a sus reclamos y necesidades, y tanto Mejía como Guadiana se han enfrascado en grillas, pleitos y mentiras.
Mejía tuvo su primera oportunidad para acotar la ventaja que le llevan Manolo Jiménez y Armando Guadiana. Fue blanco de ataques incluso del priista, que lo acusó de haber traicionado en “los cinco partidos” en los que ha militado. Guadiana intentó un chiste con su tradicional sombrero, una mala idea si lo que quiso fue imitar a Andrés Manuel López Obrador en el debate de 2018 cuando guardó su cartera porque se la robarían.
Sin embargo, esto no le va a alcanzar al candidato Armando Guadiana para alcanzar la victoria. La razón es sencilla: Morena se dividió y quien es hoy el candidato del PT, Ricardo Mejía, va a acabar siendo un factor el 4 de junio.
Y aunque Guadiana se dedicó a repetir que la elección estaría entre “el del PRIAN y yo”, no supo escapar de los dardos envenenados que le lanzó una y otra vez “La Garrita” Mejía, quien acusó al candidato de Morena de tener carpetas de investigación en la Fiscalía General de la República por su relación con “Los Zetas”, el cártel que por años destruyo a Coahuila.
Lenin Pérez, por su parte, sin dejar de responder golpes verbales tuvo una participación estructurada e incluso se atrevió a mencionar que el reto del agua no se resolverá si no se revisa la explotación que de ese recurso hacen los productores lecheros. Mencionar eso en esta cuenca lechera no es cualquier cosa.
En Coahuila de alguna manera hay dos candidatos cercanos, o que fueron cercanos, al presidente López Obrador y a su partido. No hay indicios de que cerca de la elección vaya a darse un acuerdo entre los dos, más bien la división está marcada y si alguien está siendo beneficiado es Manolo Jiménez. El debate devino en lo previsible: el PRI tiene pavimentado el camino a la victoria mediante la división que menguo a Morena.
Según la empresa “Massive Caller”, fue Manolo Jiménez quien presentó las mejores propuestas y el 55% de sus encuestados considera que ganó el debate. Veremos qué pasa en el segundo encuentro.
En el debate del domingo para la gubernatura de Coahuila se conjuntaron muchas de estas variables. El público se comportó acorde a estas circunstancias. Hacia el final fue difícil guardar la compostura o algo parecido, porque los discursos de cierre eran, como debe ser, en tonos de agitación y arenga.
A 40 días de terminar la campaña en Coahuila, la probabilidad de triunfo de Manolo Jiménez es muy alta gracias a la política y seguridad.
Como siempre es un placer, nos leemos en la próxima… ¡no olvides compartirla!