Un grupo de médicos especialistas, encabezados por el doctor Leonardo López Almejo, ofrece una esperanza a pacientes que de nacimiento o por lesiones derivadas de un accidente hayan perdido la movilidad en alguna de sus extremidades superiores o inferiores, de tal manera, que el diagnóstico que hace no mucho hubiera significado la amputación del miembro dañado, ahora se puede recuperar de manera importante con cirugía y rehabilitación.
En entrevista, el médico especialista mencionó que este programa viene realizándose desde hace 15 años, “y está dirigido a aquellos pacientes que tienen lesiones nerviosas de nacimiento o también lesiones traumáticas que provocan una incapacidad funcional tanto de movimiento como de sensibilidad, ya sea tanto en extremidades superiores como inferiores.
“Este tipo de lesiones –continuó- afecta la vida personal, laboral o deportiva del paciente. Es ahí donde nosotros entramos con técnicas de microcirugía para tratar de hacer transferencias de los nervios, reconstrucción de los nervios con injertos, o incluso apoyar a los pacientes con alguna transferencia de otro tipo de tendones o músculos, tratando de ganar la mayor función posible y sensibilidad en una extremidad dañada”.
El entrevistado detalló que si bien la recuperación del paciente intervenido no es al cien por ciento, la operación y posterior proceso de rehabilitación le permiten “llegar a un porcentaje cercano, pero lo importante es poder llevar esa extremidad a que sea funcional”.
El doctor López Almejo explicó que las cirugías y el proceso de recuperación son vigilados de cerca por un grupo integral de especialistas “que venimos de varias partes de la república mexicana con el único objetivo de apoyar esta jornada quirúrgica que hacemos cada dos meses desde hace mas de 15 años de la mano con cirujanos plásticos, cirujanos ortopedistas, neurocirujanos y rehabilitadores, que conformamos un equipo multidisciplinario con el objetivo de mejorar la vida de nuestros pacientes”.
El programa que lleva a cabo el HU es de vanguardia a nivel nacional y ha tenido una doble función durante los 15 años que tiene cambiando vidas: por un lado, la recuperación de personas que hubieran estado destinados a la amputación de alguna de sus extremidades superiores o inferiores, y por el otro el que médicos especialistas aprendan y repliquen el modelo que tanto éxito ha tenido en otras partes de México y el mundo.
Pero el objetivo principal del programa es dar acceso a una nueva oportunidad de vida a pacientes que no tenían esperanza de recuperación alguna, y sobre todo, a un costo accesible, pues una cirugía de este tipo en un nosocomio privado alcanza costos prohibitivos para la inmensa mayoría de la población de nuestro país. Sin embargo, en el HU los pacientes son sometidos a un estudio socioeconómico para determinar sus posibilidades de pago, pero eso no impide en ningún momento que sean intervenidos y que cuenten con la rehabilitación posterior.
“En un hospital privado los costos serian mucho muy elevados –dice el doctor Loópez Almejo-, acá nosotros hacemos obra social, y claro que hay costos, pero realmente estamos llevando una obra social de apoyo a la gente”.
Para la gente que pudiera llegar a estar interesada en este tipo de cirugía, el primer paso es acercarse al área de Trabajo social del Hospital Universitario, ahí se maneja la agenda de pacientes para este exitoso programa, y se atiende al paciente para que acuda a una primera consulta para que posteriormente los médicos le propongan un tratamiento adecuado para iniciar su recuperación.
“Es importante señalar que ninguno de los pacientes que acude con nosotros es descartado, siempre hay una alternativa que ofrecerle a un paciente, así ha sido con los hasta 25 pacientes que en promedio operamos cada dos meses desde hace 15 años, lo importante es quitarse la idea de que no hay nada que hacer, hay que cambiar ese chip y saber que si hay mucho que ofrecer”, concluyó.
