REFLEXION DE UN COMPAÑERO Y AMIGO
La belleza de la vida es una gracia que nos fue concedida. A todos por igual se nos dio la oportunidad de aplicar en ella nuestro libre albedrío; a través del tiempo, de los días y años, fuimos labrando nuestro propio destino. Hay quienes a través de su cotidiano esfuerzo lograron bienes materiales que les permiten, ya en el ocaso de la vida, vivir holgada y tranquilamente, el fruto de su entrega al trabajo. Otros desde el inicio optaron por llevar una apacible vida, sin sobresaltos, cautos, prudentes, hoy también disfrutan de su decisión tomada. La aventura, el riesgo, el sobrepasar los límites establecidos, la búsqueda de lo desconocido, EL AUTOENGAÑO de creerse imbatible, fue el sello característico de pocos, muy pocos. De estos últimos soy yo. Pero todos, finalmente, estamos en el lugar que nos corresponde, nadie es más que otro, nadie es menos que todos. Dice el poema: " Caminante, no hay camino, se hace camino al andar " la manera en que has caminado es la gloria que has forjado ... o el fracaso también. Regocijémonos, nosotros seguimos andando, por sendas, veredas y caminos; las tormentas vividas y las que a futuro llegarán, son pruebas a las que estamos obligados a superar, nadie en su sano juicio se estaciona en medio de un vendaval, es probable que ahí se pierda hasta la vida. No, que no nos cubra el temor, recuerden que avanzar es prioritario porque, lo sabemos bien, aunque en ocasiones lo olvidamos, es la única forma de vencer a nuestras tormentas, y cuando veamos al Sol brillar sabremos que hemos vencido a la adversidad. Caminemos pues, no importa que el camino sea llano o lleno de abrojos, no detengamos nuestra marcha, vayamos en pos del destino y recuerden: la vida es bella... ¡Y es nuestra! Buen día, Dios bendice y ¡Sean felices! El esfuerzo valió la pena.
AUTOR: MARCELO