EN ESTOS DIAS están iniciando ya los preparativos de la tierra para el arranque del ciclo agrícola primavera verano, y para muchos productores tanto del sector social como de la mentada pequeña propiedad las cosas no pintan muy bien, pues para empezar de nuevo los campesinos de San Pedro y de todo Coahuila no contarán con ningún apoyo a la producción y, aparte, tendrán problemas para la compra de insumos porque ya hay muchas restricciones para la compra de semilla de algodón transgénica. Y también empiezan ya a escasear los inventarios de productos herbicidas con glifosato. La cosa pinta mal y se pone peor con el anuncio de que ya definitivamente va a desaparecer la Financiera Rural. Con muchas trabas y trámites, bien o mal la financiera era una fuente de recursos para el productor, el cual ahora ya no va a tener más que recurrir a la banca privada para poder tener acceso a créditos para poder sembrar sus parcelas.
Desgraciadamente, este gobierno federal está resultando el menos agrarista de los últimos 80 años, pues ningún gobierno federal había quitado de manera definitiva cualquier tipo de apoyos a los productores laguneros. Aunado a la problemática de los insumos y créditos, aunque parezca ilógico la situación de tener un peso muy fuerte resulta contraproducente para los productores de algodón y otros productos cuyo precio se fija en la bolsa de valores porque a la hora de vender se vende con cotizaciones en dólares y, entre más barato este el dólar, menos ingresos tienen los productores.
Resulta particularmente curioso el asunto pero así es. Por eso, cuando se escucha a los apologistas del gobierno del presidente López presumir que se tiene un dólar muy barato, se nota que estas personas solo repiten como loros huastecos el discurso mañanero del falso mesías y desconocen la realidad, porque también el dólar más barato afecta a las miles de familias sampetrinas que reciben algún dinero del otro lado, porque con el dólar barato reciben menos pesos y a como está la realidad económica del país con la inflación galopante que padecemos la gente paga más por la comida con menos pesos que reciben por los dólares que les mandan del otro lado. Definitivamente, a veces uno no entiende a la gente.
En el caso de San Pedro, a pesar de que cada vez este gobierno nos pone más el pie en el cuello todavía hay muchos que tienen la esperanza de que el mesías tropical les cumpla las promesas de apoyar al campo y dar un mejor nivel de vida a los mexicanos. En fin, algún día despertara de esos sueños guajiros esa gran cantidad de laguneros que fueron vilmente engañados con puros rollos demagógicos en la campaña presidencial pasada.