Cometer un error, como herir alguien que tú quieres, te puede llevar al sufrimiento, porque el pedir perdón no es tan fácil.
Pedir perdón, de alguna forma es arriesgarte, porque quizás la otra persona no te quiera perdonar.
En una cosa si podemos coincidir, en que somos humanos y podemos equivocarnos, todos los días podemos amanecer de malas o de buenas, a veces no concordamos con la forma de pensar o como nos expresamos y podemos herir a quienes nos rodean.
Por eso es tan fácil herir o que nos hieran, y quizás nunca sabremos llegar a un acuerdo que no tenemos que lastimarnos toda la vida. Así es la vida, pero Dios siempre nos da la esperanza de tener otra oportunidad, y así pedir perdón si hemos ofendido a las personas.
Si aún no es tan sencillo obtener el perdón, podemos orar para que Dios interfiera por nosotros, para que esa persona a quien herimos nos perdone.