Consultor y Analista Internacional en Seguridad,
Inteligencia y Defensa Fundador
de Mexicanos Uniformados
EddyGranny.org
Fue asesinado en presencia de su hijo, de 12 años, cuando circulaba en su vehículo por una de las principales avenidas de la ciudad de Oaxaca. Un comando de sicarios que se desplazaban en una camioneta le cerraron el paso al pasar un reductor de velocidad, y lo obligaron a detenerse. Enseguida dos hombres descendieron del vehículo y lo acribillaron. Los pistoleros eran apoyados por dos sujetos que viajaban en una motocicleta, quienes después de perpetrado el crimen huyeron por la misma avenida. El pequeño hijo de Aristeo no sufrió ninguna lesión y más tarde fue entregado a sus familiares, pero a Aristeo le dispararon 25 ocasiones con pistolas nueve y 40 milímetros. Recibió cuatro tiros en la cabeza, 10 en el tórax, cinco en el cuello, cuatro en el brazo derecho, uno en el antebrazo izquierdo y uno en la mano derecha. Le conocí en un diplomado sobre alta administración policial que impartí en la ciudad de La Habana Cuba y pronto iniciamos una fraternal amistad. Como director de la Policía Auxiliar, Bancaria, Industrial y Comercial del Estado de Oaxaca me abrió las puertas para impartir capacitación y adiestramiento a varios de sus oficiales y mandos a su cargo e incluso me acompañó cuando brindé de alta especialización en materia de seguridad industrial y protección perimetral al equipo de seguridad de la planta cementera de Cruz Azul en Lagunas Oaxaca. Aristeo era un hombre bueno, noble y valiente. De carácter fuerte resultado de su formación militar en unidades élites del ejército mexicano. Pronto destacó por sus aptitudes y sus resultados en operativos le fueron significando asensos rápidos en los cuerpos de seguridad pública. Sin embargo, fue acusado por seguidores del movimiento magisterial y popular de encabezar al grupo integrado por policías locales y pistoleros que agredieron en diversas ocasiones las barricadas instaladas por seguidores de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) en distintas zonas de la capital entre agosto y noviembre de 2006.
Fuentes de la policía local revelaron que después se convirtió en testigo protegido de la Procuraduría General de la República (PGR) en la investigación que la dependencia realizó sobre la existencia de grupos parapoliciacos y la detención-desaparición forzada de Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya, militantes del Ejército Popular Revolucionario, ocurrida en mayo de 2007. Los casos fueron documentados por organismos no gubernamentales estatales, nacionales e internacionales de defensa de los derechos humanos, entre éstos Amnistía Internacional, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Organización de Estados Americanos y la Comisión Civil de Observación Internacional por los Derechos Humanos. En segundos perdió la vida quien para muchos fue un policía malo y para muchos un buen policía. Me consta el liderazgo que ejercían en los elementos a su cargo que siempre mostraron su lealtad y disciplina. Hoy Aristeo está muerto y la mayoría de los problemas que atendió y combatió están vivos y vigentes. Al tiempo…