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Verdad absoluta: “el Covid 19 ha mutado y lo seguirá haciendo”; si bien es cierto la vacunación nos da un margen de protección amplio, este no abarca la variedad de mutaciones que el virus sufre y seguirá sufriendo; desde luego que al convertirse en un virus estacional nos queda claro que ya no va a desaparecer y en nosotros como especie recae la responsabilidad de evitar contagios masivos y por ende la expansión y mutación del mismo, pues bien, lamentablemente esta última no ha sido así; pues el virus ha presentado dos situaciones que lo vuelven preocupante: la primera de ellas es su mutación a la nueva variante llamada “perro del infierno”, que es 10% más transmisible que cualquier otra variante y en las últimas semanas ha mostrado su potente capacidad de evasión ante los anticuerpos que enfrentan a este virus. La segunda es el rebrote masivo en China que resulta también preocupante por el récord que está imponiendo al sumar ya 48 ciudades en este país que están sujetas a medidas contra la circulación generalizada de personas, lo cual tiene la finalidad de contener la aparición de más brotes, pues estamos hablando de entre 27 mil y 28 mil brotes diarios ante una absurda generalización de la nueva normalidad que ya deja el uso del cubrebocas a discreción personal. El perro del infierno solo supone que el virus seguirá haciendo lo suyo mientras que las autoridades en países como el nuestro parecen no hacer lo que les corresponde. El uso de cubrebocas ya es totalmente discrecional ante la oleada que se avecina y a pesar de que ya se han detectado casos de “perro del infierno” en nuestro país. La verdad no sé si se trata de populismo, ignorancia o dolo por parte de las autoridades de los TRES NIVELES, pues si bien es cierto las concentraciones masivas son inevitables en centros laborales o espacios de diversión que desde luego promueven el empleo y el desarrollo económico, lo prudente y recomendable es seguir usando por lo menos el cubrebocas como medida de seguridad personal ante posibles contagios con las beneficios que conocemos de usar este tipo de medidas de seguridad personal, pero si la misma autoridad fomenta el desdén por la seguridad individual, y ante una sociedad que mayoritariamente no le interesa la salud del prójimo (pues decenas de personas con evidentes síntomas de gripe esparcen sus virus por doquier) el destino está más que manifiesto. El virus seguirá mutando, esparciéndose, y a decir de Xiaojiang Chen, profesor de ciencias biológicas de la Universidad de Sur de California; “las nuevas cepas pueden volverse cada vez más contagiosas y evadir la protección de la vacuna existente”, es decir, nuestras propias enzimas ayudan al Covid 19 a mutar rápidamente. En lo personal me preocupa el relajamiento de las medidas de seguridad por parte del gobierno, sobre todo porque conozco la idiosincrasia de la mayoría de los mexicanos, ese “valemadrismo” que simplemente los hace desdeñar las amenazas, aunque las tenga enfrente hasta que ya sea demasiado tarde.