DE CONMEMORACIONES Y TRAICIONES
Ahora resulta, que Román –se enreda- perdón, Cepeda, ya le cambió el nombre a las crudotas, producto del exagerado consumo de alcohol. Ahora, el mequetrefe, le llama catarro.
Y es que, en el evento emblemático para Torreón, que es la conmemoración del 112 Aniversario de la Revolución Mexicana, el inútil alcalde, no asistió a dicho evento cívico (que se llevó a cabo hasta el lunes 21), porque el sábado anterior, se había casado su hijo y, obviamente, no estaba en condiciones el lunes, para exponerse al sol, por la enorme cruda, resaca, o como se le llame, por lo que no acudió al presenciar el desfile. Y como no fue el jefe, prácticamente, nadie de su equipo asistió, por lo que el templete oficial, lució vacío.
¡Ah! Porque, como sabemos, la Secretaria del Ayuntamiento, vive en Saltillo, mientras que la de Fomento Económico, vive en Monterrey, por lo que aprovecharon el puente, para pasar unos días con sus familias. De los regidores y demás miembros del cabildo, no se supo dónde andaban, total, que este evento, que además se había suspendido dos años por la pandemia, no lució y, hubo gente que dijo, que mejor no hubieran hecho nada.
Esta conmemoración, tiene mucho significado para Torreón y para la Región. Durante la Revolución Constitucionalista, la División del Norte al mando del General Francisco Villa venció en la plaza de Torreón, Coahuila, que era defendida por la División del Nazas del Ejército Federal, al mando del General José Refugio Velasco.
Este triunfo permitió al Ejército Constitucionalista continuar su avance hacia el sur, tomar la plaza de Zacatecas. El 23 de junio de 1914 tuvo lugar la toma de Zacatecas, batalla memorable de la Revolución mexicana, cuando la División del Norte, bajo las órdenes de Francisco Villa, propinó una derrota categórica a las tropas del usurpador Victoriano Huerta; triunfo que despejó el camino para los revolucionarios.
Lo dicho, la supuesta capacitación de la policía de Torreón, topó en piedra, al darse a conocer las cifras de las quejas sobre abusos cometidos contra los ciudadanos por los miembros de la corporación. Contrario a lo que Román-se enreda- perdón, Cepeda y su jefe de policía, han presumido sobre los muchos cursos que les han proporcionado y, como premio por este comportamiento indebido, los van a premiar, comprándoles costos uniformes.
Por eso, este año, las quejas ante la Comisión de Derechos Humanos, se incrementaron con respecto a los años anteriores.”El año pasado tuvimos 1950 quejas y este año estaremos rondando un número similar; en el 2020 tuvimos un número similar y en el 2019 también, eso nos habla por lo menos de que se ha contenido el crecimiento de las violaciones a derechos humanos”, comentó el presidente de la CDHEC, quien reconoció que el contar con 2000 quejas todavía representa mucho trabajo por hacer.(El Siglo de Torreón)
Con la modificación de la Calzada Colón, se busca cumplir con una serie de premisas básicas, entre las que están: ser segura, que sea Zona 30 y cumplir con las normativas.
Según Juan Adolfo Von Bertrab, director de Obras públicas, y Alberto Siller Reyes, responsable del proyecto, la Colón se convertirá en Zona 30, para que transiten los 6 mil 500 vehículos y 55 bicicletas diariamente por este espacio emblemático de Torreón.
De igual manera se colocarán esculturas, semáforos especiales, así como mejorar las banquetas y una ciclovía del lado izquierdo, además de eliminar las vueltas a la izquierda.
Y sobre esto: Lo que son las cosas, nos cayó de rebote, que el arquitecto, Joel Jiménez Castillo, ya tenía el proyecto que acaban de presentar como la solución al problema del paseo Colón, estaba en los archivos de urbanismo y astutamente, el arquitecto, Alberto Siller Reyes, enamoró al arquitecto, Joel Jiménez y se lo presentaron al de obras públicas, cobrando 500 mil pesos por el proyecto. Nos dicen, que el arquitecto Siller, le amplió la casa a Román –se enreda- perdón, Cepeda, por eso tiene entrada con el municipio y dijeron también, que el hermano de Siller, va a hacer las estatuas a lo largo del paseo Colón. Siller, es el bueno de Román –se enreda- perdón, Cepeda, así como, también, del par vial, que se piensa construir para compensar la falta de espacio por la Calzada Colón. Por cierto, estos pillos, le quitaron el proyecto a Joel, palabras textuales de Joel Jiménez Castillo.
¡No le aflojes, Román –se enreda- perdón, Cepeda! Que,como dicen, ¡Haga obras compadre!