AUNQUE LOS MONOS SE VISTAN DE SEDA...
A propósito de los exóticos y caros uniformes que próximamente portarán los elementos de la policía de Torreón, Román –se enreda- perdón, Cepeda, con sus aires de grandeza, todo lo reduce a lo caro, a lo lujoso y lo estrambólico. No entiende que no entiende, que lo que se necesita, realmente, es capacitación y más capacitación. Que lo que los ciudadanos exigen, es eficiencia y eficacia en las labores preventivas de los policías.
Es de risa, que Román –se enreda- perdón, Cepeda, haya salido con una ocurrencia en el caso del asalto a un Banco hace dos semanas. Dijo el mequetrefe, que los policías estaban para cuidar el exterior del Banco (que, por cierto, estas instituciones pagan por los servicios que prestan los policías) y que solo se responsabilizan por lo que pasa afuera. Pero, como se supone que son policías “preventivos”, ¿Cómo es que no vieron que el ladrón entró con un marro, ¿Sí, un marro! Pero además, se ve que –se enreda- perdón, Cepeda, nunca ha pisado unas sucursal bancaria, pues los policías, no solo están cuidando la entrada, también están adentro, para conminar a los clientes a que no usen sus teléfonos celulares y, en los tiempos de la pandemia, para obligar a los clientes a que se pusieran su cubreboca, además, conminan a los clientes a quitarse anteojos y gorra, cuando los portan.
Y en más de la compra millonaria de los uniformes y equipo policial, el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública, aceptó que no fue informado de la millonaria compra de uniformes y equipamiento. Por eso la pregunta:
¿Para qué sirven los consejos “ciudadanos”? PRIMERO: Para dar una impresión de que el gobierno socializa sus decisiones; SEGUNDO: Para legitimar acciones y decisiones, cuando la autoridad, no puede, por sí sola, convencer a los ciudadanos; TERCERO: Para que se conviertan en verdaderos garantes de que el ejercicio del gobierno es el correcto; CUARTO: Para convertirse en una piedra en el zapato de la autoridad municipal, cuando son opositores y, QUINTO: Para aprovechar ese cargo, para hacer negocios con sus empresas, convirtiéndose en proveedores.
“Respecto de la contratación de una empresa foránea para la compra de estos insumos, el presidente de la Cámara de Comercio, Mariano Serna dijo desconocer los pormenores de dicha licitación, aunque resaltó la importancia de generar proveeduría local, recurriendo a las empresas de esta zona” (El Siglo de Torreón).
Se supone que el Municipio, debe dar prioridad a las empresas locales, pues, eso genera derrama económica en la localidad y, por ende, genera empleos. Pero se ha hecho costumbre, comprar en otros lugares, como si Torreón, no contara con empresas de calidad. Pero el negocio, tiene que ser en otro lado, digo, por aquello del balconeo.
La semana que pasó, el Gobernador, Miguel Riquelme, me imagino que, por las presiones de ciertos grupos, que se han expresado por la parcialidad con que se ha venido actuando alrededor de la sucesión de la gubernatura y que solo se ha mencionado a Manolo Jiménez como único aspirante, Riquelme, sumó a la lista de posibles candidatos, a Jericó Abramo y a Román –se enredad- perdón Cepeda.
Le faltó agregar a Miguel Mery, Lalo Olmos y a Chema Fraustro, más los que vayan surgiendo. Muy válido lo que dice el Gobernador. Porque se ve muy solo Manolo en la lista. Además, hay que seguir alimentando el insaciable apetito de figurar y el desproporcionado ego de Román-se enreda- perdón, Cepeda. Para el “Narciso”, lo que dijo el Gobe, es alimento para su espíritu egocéntrico. “Manolo, Román o Jericó pueden ser’, aseguró Riquelme.
De acuerdo a una publicación de El Siglo de Torreón, “El Cabildo de Torreón es el más costoso de los cuatro municipios de la Zona Metropolitana, con un gasto mensual de 1 millón 184 mil 714 pesos, cada uno de los 17 regidores tiene una percepción de 64 mil 281.60 pesos, además de las dos síndicas y el alcalde. De aprobarse dicha reforma, Torreón tendría que reducir el número de regidores, de 17 a 7, por los parámetros de población, lo que significaría dejar de erogar 642 mil 816 pesos mensuales, dejando el gasto del Cabildo en 541 mil 898 pesos, menos de la mitad del costo actual, 7.7 millones de pesos por año, 23.1 millones en el trienio”. Pero si a eso se le suman las cantidades millonarias que Román –se enreda- perdón, Cepeda, gasta en cosas superfluas, equipos y uniformes, y una millonaria promoción de su imagen, también habría muy buenos ahorros, si de eso, de ahorrar, se trata.