Arrancamos… El partido oficial que está en el poder se fundó en 2014 con un programa que revela una contradicción peculiar. Anunció que luchaba por cambiar el régimen de corrupción, injusticia, decadencia, ilegalidad y antidemocracia que había sido impuesto mediante elecciones fraudulentas por la oligarquía y las cúpulas del PRI y el PAN. Para lograr este cambio Morena se propuso la vía electoral. A pesar de que afirmaba que México vivía sin democracia, paradójicamente se propuso usar los mecanismos electorales cuya existencia negaba para llegar al poder. Y así fue: en las elecciones de 2018 Morena ganó la presidencia. ¿Qué clase de régimen político quiere instaurar Morena de acuerdo con su programa? No hay más que vaguedades al respecto. Quiere una "verdadera democracia" que vaya más allá de la democracia representativa. Se menciona "una democracia al servicio del pueblo" en un México plural, incluyente y solidario. Se invoca una "revolución de las conciencias", en referencia nebulosa a una nueva moral basada en la solidaridad. El programa de Morena es muy vago y despide olor a viejo. Sólo en una frase aparece como por accidente la palabra "izquierda", para definir la orientación de partido. El programa declara que Morena es "una organización política amplia, plural, incluyente y de izquierda". Pero hay muy pocas señales que permitan sospechar que se trata de un partido de izquierda. Es señales aparecen en la denuncia de los males provocados por el neo. liberalismo que aplasta a México, pero brillan por su ausencia en los propósitos que encarnarían en el supuestamente nuevo régimen, Pero la reacción contra el neoliberalismo tiene también una connotación populista que se expresa en quienes son reacios a la modernización y tienen inclinaciones autoritarias. Morena es una organización que se cocinó dentro del PRD, un partido con múltiples tendencias y tribus donde también se fortaleció como dirigente político López Obrador. En el PRD predominaron dos corrientes: una, la principal y más fuerte, provino del Per y tenía inclinaciones populistas y nacionalistas; otra corriente, secundaria, albergaba un espectro variopinto de expresiones más o menos socialdemócratas. Desde su fundación, dicho partido ocupó simbólicamente el espacio de la izquierda, confrontada a los dos partidos de derecha, el PRI y el PAN. Con el paso del tiempo, se fortaleció el ala liberal centrista de Acción Nacional y las corrientes populistas del PRD se separaron para fundar Morena. Por su parte, el PRI, que había logrado regresar al poder, entró en un proceso de putrefacción. Con todo ello, y con los resultados de las elecciones de 2018, el panorama político mexicano sufrió una gran mutación. El hecho de que Morena naciera como una fractura del PRD le proporcionó un aura de izquierda que reflejaba poco la realidad. Aunque migraron a Morena algunos políticos de izquierda, fueron los dogmas nacionalistas y populistas de su líder los que le dieron su color y su perfil al nuevo partido. MI VERDAD. - Amenazador para la derecha y esperanzador para los progresistas.