NO PUDO SER PEOR, LA ACTUACIÓN DE -SE ENREDA- PERDÓN CEPEDA, EN EL PANTEÓN
En su primera incursión como alcalde el “Día de los Muertos”, Román –se enreda- perdón, Cepeda, no pudo estar peor. Quedó muy claro que el criterio, y el sentido social de sus colaboradores, brilló por su ausencia. La falta de experiencia de algunos, la falta de criterio de otros, aunado a la falta de razonamiento, la falta de empatía y el desconocimiento del contexto, en que se desenvuelven los asistentes en los panteones de Torreón, se convirtió en un coctel, que a nadie dejó contento.
Desde el desorden provocado por los tránsitos para conducir el tráfico y acomodar a los cientos de vehículos que llegaron a los cementerios, sumado al aberrante orden de impedir la entrada a los grupos de música norteña y, lo peor, el estado de abandono en que se encontraban algunos panteones, a grado tal, que familias enteras no tuvieran acceso a las tumbas de sus seres queridos porque la maleza inundaba tumbas y el peligro de derrumbes en algunos puntos, fue latente.
En una tradición como esta, nunca se había visto tal grado de incapacidad y desorden para que el evento fluyera de manera normal, como todos los años.
A diferencia de los municipios vecinos (Gómez Palacio y Lerdo), donde, hasta juegos mecánicos hubo a las afueras del panteón, esto en Lerdo, mientras en Gómez Palacio, respetando la tradición, permitieron la entrada de grupos musicales porque, con sensibilidad, entendieron que este tipo de eventos, son de gran importancia para los asistentes, que fueron a visitar a sus muertos.
Pero en Torreón, tenemos a un tipo como alcalde, que todo lo enreda, lo complica y echa a perder, por su ceguera, por desconocer el significado que tiene para el pueblo el “Día de Muertos”, porque, seguro es que no ha viajado al interior del país, para conocer cómo, en otros lugares, se “festeja” esta tradicional fiesta. ¡Ah! Porque el pirrurris, se va a Estados Unidos, a Aspen, para esquiar o a jugar en los casinos.
Imagínense, si no pudo sacar adelante este gran festejo, auténticamente mexicano y si no aprende de este fracaso ¿Qué nos espera el próximo año? ¿Pondrá límites al número de visitantes al cementerio? O ¿Pondrá límite de tiempo para que la gente esté con sus muertos?
Él como todos los fifís de su estirpe, cuentas con panteones, que parecen más, campos de golf. Seguramente, ellos no llevan en la sangre el amor por sus muertos, porque lo único que les interesaba, era que les dejaran la herencia, lo demás, ¡a la chinada!
En otra de las ocurrencias de Román –se enreda- perdón, Cepeda, ahora resulta, que a los tránsitos se les dotará de una terminal bancaria, para que cobren al momento, las infracciones que los automovilistas pudieran cometer y lo anuncia como un gran logro, una idea genial: “Mira, te estoy ahorrando el tiempo que pierdes en ir la oficina de plaqueo y no hagas filas para que no pierdas tiempo”. Cuando lo que queremos los ciudadanos, es que dejen de cometer abusos, deteniendo a los automovilistas, sin motivo aparente, para levantarles una infracción, como ha estado sucediendo, no solo en esta administración, sino desde los anteriores cuatro años, que encabezó Zer(menos).
Mientras no se ponga orden en el departamento de policía y tránsito, van a seguir las injusticias, el robo y los abusos descarados, con que actúan, porque los jefes, no se preocupan por lo que está pasando, o están metidos hasta el cuello, que, por experiencia, sabemos que es por lo segundo, porque ambas dependencias, no responden al que debiera ser su jefe, pues como él dice, se los impusieron y, si no tiene control sobre los jefes, menos lo tiene con los subordinados.
Torreón es tierra de nadie, no hay líder, por eso, cada empleado y funcionario, están haciendo su agosto, a agusto. * Por cierto, quienes serán los felizmente beneficiados con la compra de las terminales y la conexión a la Web.