Por el año 1970 se inició el plan, previsto por la ONU y los organismos que la controlan, para feminizar al hombre y masculinizar a la mujer con el objetivo de paliar los nacimientos y colateralmente enviciar a los jóvenes para esclavizarlos a través de vicios y perversiones sexuales.
Pusieron modas femeninas para los hombres y masculinas para las mujeres y las introdujeron por todos los medios masivos de comunicación, cine, musicales y todos los eventos masivos que impactan las mentes juveniles, modificaron la ropa, el lenguaje y acondicionaron los lugares que frecuentan los hombres y mujeres para, subliminalmente, cambiar su estilo de vida.
Nada es casualidad, el plan sigue marchando, “tomen la cultura y la educación (del pueblo) y lo demás se dará por añadidura” Antonio Gramsci, actualmente a través de la ideología de género, entre otras acciones, lo están realizando.
El tema gramatical de lo femenino y lo masculino, por lo pronto, no es parte del presente artículo, lo que nos importa son los aspectos biológico, sensitivo y moral.
En lo biológico se establece que femenino [ser vivo] que tiene órganos para ser fecundado. Femenino se utiliza para denominar al sexo femenino, a la hembra humana que posee uno de los dos aparatos reproductores especializados que poseen los seres vivos con sistemas de reproducción sexual.
Lo femenino no debe reducirse a la parte de los órganos genitales y la reproducción, lo femenino está presente en todas y cada una de las células de la mujer y de su ADN, luego los ojos son femeninos, la piel es femenina, sus órganos y sistemas son femeninos, todo ella es femenina, toda y cada una de sus partes que forman su cuerpo. También en lo biológico se analiza las patologías sexuales físicas y psicológicas que la afectan o puedan afectar.
En lo sensitivo, lo que pasa por los sentidos externos e internos, lo femenino se da por las imágenes que genera en su mente, por su conducta, atracciones, inclinaciones, pasiones, sentimientos, miradas, movimientos, caminado, voz, apetitos, impulso a la reproducción, etc.
Lo femenino para la Moral, que se respalda en la Antropología Filosófica, se relaciona con lo más excelso de la mujer; su inteligencia y su voluntad, que le ayudan a descubrir su finalidad, la cual le da sentido y unidad a su nivel biológico y sensitivo que ayudada por las virtudes naturales de la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza la llevan a lograr muchos de sus metas terrenales y prepararla para la trascendencia.
En cuanto al tema masculino se dan también los aspectos biológico, sensitivo y moral, aunque siendo parecidos los dos primeros en su finalidad, no son iguales, las distinción se da en el ADN y en cada célula del cuerpo y en el funcionamiento de órganos y sistemas, en sus enfermedades, tratamientos, consecuencias y secuelas, no hay comparación entre los funcionamientos corporal femenino y masculino, en los sensitivo la diferencia se agranda; en los temperamentos, apetitos, sentimientos, emociones y pasiones. No se da la posibilidad biológica en el pasado, en el presente y en el futuro se identifique, aunque intenten igualarlos por medios artificiales, los sexos femenino y masculino.
En el aspecto moral el sexo masculino está dotado de inteligencia y voluntad, facultades espirituales que por estar en un cuerpo sexuado viviente se conforman a él, ordenando las dos facultades su finalidad terrenal a los fines de cada órgano y sistema corporal., es decir, las facultades intelectuales y volitivas están feminizadas en la mujer y masculinizadas en el hombre.
Lo natural es que la mujer piense y quiera como femenina y el hombre piense y quiere como masculino y que la atracción se da entre sexos opuestos. Lo antinatural, que puede darse por enfermedades heredas o adquiridas y deformaciones congénitas o vicios inducidos es que hubiera apetencias sexuales y genitales entre sexos iguales. Son los organismos adheridos y la propia ONU quienes acuñaron el supuesto derecho: “libre desarrollo de la personalidad” y que han pagado millonarias sumas de dólares a los gobiernos y legisladores y ministros, incluido México, para elevarlo a rango constitucional, los causantes de las perversiones antinaturales que padecemos y han enviciado a millones de jóvenes que ahora sufren las consecuencias de sus apetitos desordenados, es decir, buscan un hombre que parezca mujer y otros buscan una mujer que parezca hombre. Usted lector dice la última palabra.