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El hecho en sí parece sacado de una película de ciencia ficción, de esas que ya hemos visto por lo menos en alguna ocasión y que se relaciona con el fin del mundo ocasionado por un asesino celestial venido de oscuras profundidades del universo; el mismo asesino que teóricamente acabó con los dinosaurios hace millones de años. La NASA ha logrado con éxito interceptar un asteroide con una nave espacial y además colisionar intencionalmente la nave contra el fragmento rocoso dentro del programa llamado “misión de defensa planetaria”. En efecto, se trata de que en el hipotético caso de que uno de estos fragmentos amenace nuestro planeta y su integridad, la agencia espacial tendría la capacidad de enviar una nave no tripulada inclusive con armamento explosivo para estrellarlo y desviar la amenaza fuera de impacto directo y con ello salvar nuestro hábitat. La misión DART (prueba de redirección de un asteroide doble) y su éxito rotundo es un aliento de esperanza en tiempos en que los nuevos descubrimientos astronómicos nos han hecho plantear la posibilidad de sucesos catastróficos que pueden ser enfrentados con éxito por nuestra especie. AL final del día, no solo somos nosotros como especie nuestro propio depredador, sino que también existen amenazas exógenas que vienen de lugares que solo hemos visto en películas y que todo esto representa también un importante y muy significativo logro de la humanidad en cuanto al avance en astronomía. El primer paso está dado, ahora el siguiente es medir el grado de cambio de periodo orbital del asteroide producto del impacto de la pequeña nave; lo cual tomará aproximadamente dos meses más para determinar el éxito total de la ambiciosa misión. Más allá de los problemas que como especie y sociedad nos agobian diariamente, de pronto olvidamos que quienes una vez reinaban en este planeta de pronto fueron fulminados por un evento exoplanetario y que sin duda no ha dejado de ser una amenaza para nosotros y que solo lo hemos visto como forma de entretenimiento en salas de cines sin detenernos a analizar la posibilidad de enfrentar una extinción masiva súbita, sin embargo, gracias al esfuerzo de científicos y este tipo de programas espaciales es que nos preparamos para seguir morando en este planeta a pesar de las múltiples amenazas que de ahí afuera pudieran llegar. Hemos llegado a una etapa en la evolución humana en que hablar ya de defensa planetaria ha dejado de ser solo ficción y se ha vuelto una realidad y el avance en estos temas cada vez es más vertiginoso, prueba de ello son los telescopios Hubble y Webb que nos han dejado ver no solo la majestuosidad de nuestro universo, sino los peligros que de él emanan: planetas errantes, supernovas, agujeros negros, colisiones entre galaxias y aunque es seguro que algún día este planeta dejará de existir, lo cierto es que los avances son tan avasallantes que no es descabellado pensar en la siguiente etapa: colonización de nuevos planetas, y todo ello es imaginable gracias a este pequeño gran logro que la misión DART acaba de conseguir.