ROMÁN -SE ENREDA- PERDÓN, CEPEDA, EN CAMPAÑA, CON UNA CIUDAD INUNDADA
Cómo lo hemos comentado, el inepto Alcalde Román -se enreda- perdón, Cepeda, siempre actúa, ante una crisis, cuando esta ya causó estragos.
En Torreón, son recurrentes, año tras año, los estragos que causan la lluvias en todo el Municipio. Y este año, no es la excepción.
Hace algunas semanas, -se enreda- perdón, Cepeda, presumió que se había realizado una campaña en previsión, reparado colectores y realizado obras de desazolve ante la inminente temporada de lluvias.
Las fuertes precipitaciones de los últimos días, mostraron lo marrullero y mentiroso que es -se enreda- perdón, Cepeda.
Porque, por el contrario, esta vez, han sido más abundantes la precipitaciones y causaron muchas afectaciones (las eternas inundaciones, el derrumbe de un edificio, colonias y escuelas incomunicadas, daños a vehículos y demás calamidades que ya conocemos).
Y, como siempre, las excusas son las mismas: la elevada cantidad de lluvia acumulada y la basura y deshechos de materiales que deposita la gente cerca de las alcantarillas. Y si eso sucede reiteradamente, ¿por qué no realizar esas flamantes acciones unos días previos a las lluvias. Para eso está el pronóstico del tiempo o, cuando menos, preveer cuando es inminente que va a llover? Por eso, el “Plan de Coordinación Municipal de atención a lluvias” fue un fiasco. ¡Imagínese si no se hubiera aplicado el flamante Plan (eso semeja mucho a la ineptitud para garantizar el agua a un gran sector de la ciudad, cuatro meses pasaron y, hasta que hizo crisis y la ciudadanía comenzó a protestar, -se enreda- perdón, Cepeda, salió con un maravilloso plan de 12 puntos para remediar la situación, Plan que nadie sabe si se aplicó, fuera del pozo que se perforó y otro que salió defectuoso). Rollo y más rollo, mentira tras mentira, pues -se enreda- perdón, Cepeda, se encuentra más ocupado en promover su imagen, para elevar su “popularidad’, de cara a la selección de los candidatos a ocupar la gubernatura.
Por eso, a 95 días de su “gobierno”, entregó cuatro patrullas doble cabina Dodge RAM, modelo 2018, equipadas con torretas y sirenas; dos a San Pedro y dos a Viesca. Mientras que, el 27 de Agosto, un día antes de que se desataran las torrenciales lluvias, andaba entregando dos patrullas -como donación-, al Municipio de ¡Parras de la Fuente! Que no forma parte de la zona conurbada de la Región Lagunera, según -se enreda- perdón, Cepeda, para estrechar la colaboración en materia ¡de seguridad!, en ambas ciudades (que por cierto, están a más de 120 kilómetros de distancia) y no forma parte de esta zona.
Pero a Román -se enreda-perdón, Cepeda, esto le vale pito. Como es muy amigo de Humberto Moreira, seguramente, quiere seguir los pasos del pillín exgobernador.
Como algunos recordarán, cuando Humberto Moreira llegó a la Presidencia de Saltillo, no tenía ni un año en el cargo, cuando comenzó su estrategia de posicionamiento, con miras a convertirse, casi tres años después, en gobernador de Coahuila. Su estrategia, como la de -se enreda- perdón, Cepeda, era muy rústica: empezó a entregar sillas de ruedas a varios municipios de la entidad; para después, entregar patrullas y, hasta un camión de bomberos, con ese afán de sobresalir y darse a conocer, pues el perverso de Martínez y Martínez, anunció que la candidatura, se iba a definir con encuestas.
Como ven, la historia se repite, pero si la primera fue una tragedia, ahora, pinta como farsa (Marx dixit).
Ahora resulta que Román -se enreda- perdón, Cepeda, seguramente, asesorado por su ideólogo, quiere repetir la hazaña, sin embargo, ni -se enreda- perdón, Cepeda, es Humberto Moreira, ni Miguel Riquelme, es Enrique Martínez.
Así que, si buscan a Román -se enreda-perdón, Cepeda los viernes, vayan a algún municipio del Estado, seguramente, ahí lo encontrarán regalando el dinero de los torreonenses, en forma de patrullas, ambulancias o camiones de bomberos, entre otros.
Qué, no se dará cuenta Román -se enreda-perdón, Cepeda, que ni en Torreón lo quieren y apenas si lo conoce la ciudadanía, en otros municipios, al pusilánime y apretado millonario, nadie sabe que existe, a pesar de haber ocupado puestos en que, se supone, deberían conocerlo. Pero como bien junior, nunca ejerció esos encargos, como Dios manda. ¡Pobre Román -se enreda perdón, Cepeda, tan cerca de Moreira, pero tan lejos de quien manda en Coahuila!