POR: REDACCIÓN
Torreón, Coahuila.– Si usted es de los que cada año sufre a consecuencia de las altas temperaturas que se presentan en la región, le tenemos una mala noticia: Torreón y la comarca lagunera se convertirán en una zona todavía más caliente a consecuencia del cambio climático, que puede provocar que las temperaturas máximas se eleven hasta cinco grados en los próximos años.
De hecho, ya padecemos los estragos y como claros ejemplos están la sequia extrema que padece el norte de nuestro país y un mayor número de días en los que el termómetro ha rebasado los 40º centígrados, temperaturas que se presentaron en la región desde el mes de abril, algo atípico, pues el clima en esa época del año solía ser templado.
José Antonio Ramírez Reyes, titular del Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN), afirmó que es necesario tomar las medidas necesarias para reducir el impacto del cambio climático, un proceso que se está presentando más rápido de lo que se esperaba, y que tendría catastróficas consecuencias para varios países con el aumento del nivel del mar debido al derretimiento de los casquetes polares, lo que sumiría ciudades enteras bajo el agua. En el caso de nuestra región, como ya se mencionó, el aumento de las temperaturas es preocupante, pues podría cobrarse la vida de personas vulnerables a consecuencia de las intensas temperaturas que se esperan en los próximos años.
Para paliar los efectos que traerá consigo el cambio climático se ha propuesto llevar a cabo varias medidas, entre ellas, la adopción de lo que se denomina cómo infraestructura verde, concepto relativamente nuevo. La idea inicial fue concebida durante la segunda mitad del siglo XIX, cuando se inició la construcción de parques urbanos en diferentes ciudades de Estados Unidos con la intención de mejorar la calidad de vida de las poblaciones urbanas.
A partir de aquí es como este concepto evoluciona y se establece como una red de áreas naturales y espacios abiertos que busca conservar los valores y funciones ecosistémicos naturales, es decir, busca el equilibrio que el medio urbano debe tener para coexistir con el medio natural que nos rodea.
Este sistema se compone de acciones enfocadas a todo lo relacionado con el agua, la movilidad activa, espacios públicos y la biodiversidad, siempre proveyendo la salud ambiental, social y económica.
Y es que el cambio climático es una realidad que ha llegado a nosotros, pues hemos dañado irremediablemente nuestro planeta de una forma nunca antes vista, y teniendo en cuenta que las ciudades ocupan solo el 3% del territorio a nivel mundial, pero representan entre 60 y 80% del consumo de energía y al menos el 70% de las emisiones de carbono, podemos darnos una idea del impacto que hemos causado en nuestro delicado y equilibrado medio ambiente.
Lo anterior, trae consigo diversas complicaciones como el derretimiento de la masa de hielo en los polos, que a su vez provoca el aumento del nivel del mar, presencia de fenómenos meteorológicos más violentos, sequías, incendios forestales en áreas cercanas a las urbes, pérdida de los recursos, desbordamiento de ríos y lagos, entre otros que terminarán por afectar a la población de las ciudades, especialmente a las que se encuentran en situación de pobreza.
En el caso de Torreón, de acuerdo con el Atlas Municipal de Peligros y Riesgos, nuestra ciudad es susceptible a una serie de fenómenos, entre los cuales destacan; el aumento en las temperaturas; para los periodos de retorno a 5, 10, 25 y 50 años de la zona, se espera un aumento en las temperaturas máximas de hasta 5 °C, tenemos un 47.6% de probabilidad de sequías y, debido a la poca permeabilidad del suelo urbano también somos vulnerables a inundaciones pluviales en época de lluvias, esto aunado a una carencia de área verdes representan una alteración en el ecosistema y en la calidad de vida de los laguneros. Es por eso que es indispensable replantear los instrumentos de ordenamiento territorial e incluir criterios que abarquen estrategias para mitigar los efectos del cambio climático.
Tomando en cuenta lo anterior; la infraestructura verde tiene la capacidad de contrarrestar esta serie de sucesos ya que, correctamente ejecutada, disminuye los efectos de islas de calor, regula el microclima, almacena el agua en el subsuelo y, por lo tanto, reduce el riesgo de inundaciones, fortalece los ecosistemas, entre otros beneficios.
En el ámbito urbano puede ser implementada de diferentes formas, a esto se le conoce como “técnicas de infraestructura verde”. Por ejemplo, mientras la infraestructura gris contiene y transporta el agua sin cambios significativos, en las técnicas de infraestructura verde el agua es captada por la vegetación que la limpia y después pasa a infiltrarla en el suelo.
Asimismo, existen una serie de técnicas que son de bajo costo, bajo impacto y se incorporan a las características de nuestro contexto. Si bien cada técnica puede funcionar por separado, implementadas en conjunto y en zonas estratégicas de la ciudad, crean un sistema de áreas verdes urbanas que trabaja en conjunto con las áreas verdes naturales para crear corredores biológicos que, a su vez, intervienen en el recorrido de la fauna polinizadora, todo esto nos ayuda a preservar la biodiversidad de nuestra región.
Es muy importante mencionar que, aunque su nombre es infraestructura “verde”, si tomamos en cuenta nuestro contexto semidesértico, los espacios provistos de esta técnica no necesariamente responden a estas tonalidades, ya que es importante implementar las especies propias de la región, las cuales resisten temperaturas extremas, son de bajo mantenimiento y al mismo tiempo brindan servicios ecosistémicos que benefician a nuestra ciudad.
Es por todo lo anterior, que el IMPLAN, se encuentra en proceso de elaboración de las Normas Técnicas de Infraestructura Verde, con el objetivo de otorgar toda una gama de instrumentos para la correcta implementación de infraestructura verde en la ciudad, logrando consolidar a través de las áreas verdes ya existentes e implementando nuevas un sistema que funcione como uno de los componentes para combatir el cambio climático y contrarrestar las afectaciones de este a generaciones futuras.